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“La historia contemporánea de España no se puede comprender sin la historia judía de Melilla”

Entrevista al presidente de la Comunidad Israelita de Melilla, Mordejay Guahnich

 

MELILLA HOY entrevista al presidente de la Comunidad Israelita de Melilla para conocer la situación actual de la comunidad en la ciudad, las labores que están desarrollado y sus objetivos a corto, medio y largo plazo.

– ¿Cuánto tiempo lleva ya al frente de la Comunidad Israelita de Melilla?

– Llevo desde abril de 2021. Dos años intentando llevar a cabo objetivos, retos, queriendo modernizar la comunidad a las nuevas tecnologías. Nos hemos encontrado con una comunidad con un desapego importante por parte de sus socios debido a la pandemia (del covid-19), de la que aún seguimos sufriendo esos coletazos. La gente aún sigue teniendo miedo de reunirse, sobre todo gente mayor y (que está) sola. Un miedo escénico que está haciendo que les cueste retornar a la vida social que había antes de la pandemia.

– En ese sentido, ¿cómo intentan incentivar a la población para que retorne a la vida social?

– Llevamos a cabo muchísimas actividades comunitarias e internas para grupos mayores de 30 años. Trabajamos con personas mayores, con grupos y entidades comunitarias que trabajan en lo que respecta a la mujer, etc.

Trabajamos sobre todo para que haya un contacto continuo con los socios de la comunidad llamándoles todos los viernes o teniendo un contacto físico en las sinagogas para hacernos eco de cualquier problema que puedan tener, cualquier ayuda que necesiten o cualquier cosa en la que podamos y estemos en condiciones de poder prestárselo, o si no, buscar los medios y ayudarle.

– ¿Qué acciones se están llevando a cabo para modernizar la comunidad?

– (Estamos haciendo) un sistema centralizado informático, estamos trabajando en una nueva página web, dar a conocer a la comunidad a través de los medios digitales que nos prestan, actualizar las bases de datos con los nuevos programas, etc. Es un trabajo arduo pero necesario porque tenemos que dejar ya diversos programas en los que hemos ido trabajando con ellos y que tan buena labor han hecho, pero adaptándolo a los nuevos sistemas y, sobre todo, a las nuevas formas de estar interconectados trabajadores y socios. También estamos haciendo un centro de la memoria y del patrimonio judío-melillense para recuperarlo, que es mucho.

Ten en cuenta que la comunidad israelita de Melilla es la más longeva de España después de la expulsión (de 1492). Una expulsión dramática en la que los españoles más antiguos fueron expulsados de su tierra, y esa diáspora sigue en el corazón de muchas personas. Melilla es el retorno a España, a Sefarad. En Melilla tenemos la primera comunidad, la primera sinagoga, el primer colegio, el primer barrio hebreo, el primer rabino… Todos esos hitos con los que en Melilla somos los primeros con el resto de la península, Canarias y Baleares. Eso nos hace tener una gran importancia dentro de la historia contemporánea judía y española. No podemos desligar una de otra.

Por eso Melilla es tan importante. Tenemos que saber que Melilla ha sido uno de los grandes aportadores a esa multiculturalidad en España cuando fuera de Melilla solo había un solo color. Aquí siempre hemos tenido una gran diversidad de colores, y eso nos ha hecho que todas estas culturas que convivimos en la ciudad desde hace más de un siglo seamos pioneros en convivencia, en aportar, en contribuir, en buscar puntos de encuentro, y no en separatismos. Aquí creo que somos todo lo contrario.

– Se podría decir que la Comunidad Israelita de Melilla es patrimonio de la humanidad

– La historia contemporánea de España no se puede comprender sin la historia judía de Melilla, que es la propia historia de Melilla. No podemos comprender la historia de España sin la de Melilla, y dentro de la historia de Melilla está la judía.

Ten en cuenta que cuando llegan los judíos solamente había cristianos. La primera comunidad que aporta esa multiculturalidad son los judíos. Un simple dato: la primera funeraria civil de Melilla es de la familia Melul. Fue un judío el que aportó ese negocio. La comunidad judía de Melilla ha hecho mucho por la ciudad y Melilla también ha hecho mucho por la comunidad. Seguimos haciendo mucho por Melilla y Melilla haciendo mucho por nosotros.

– Con respecto a la convivencia y la paz social ¿tan fácil resulta fortalecerlas como de romperlas?

– Fortalecer te lleva un siglo, romper te lleva 10 minutos en las redes sociales. Romper la convivencia es pasar por la calle y que te insulten. Eso no lo podemos permitir en una sociedad como en Melilla. No se puede permitir porque estamos por encima de ello.

La sociedad melillense está por encima de todo lo que sea destruir. Es una sociedad que ha demostrado durante más de un siglo que la convivencia es uno de nuestros principales valores. Dentro de nuestra gran diversidad, de cada comunidad, pero todos con un objetivo común: la convivencia es uno de los principales valores que tiene esta comunidad.

No tenemos más remedio que convivir, porque somos una ciudad pequeña en la que los espacios son comunes, donde compartir parques, médicos, bar, todo. Aparte de nuestros espacios personales como pueden ser una sinagoga, una mezquita, un templo hindú, una iglesia… Pero tenemos nuestros espacios comunes que los compartimos. Somos ejemplo en eso. Hemos sabido compartir y convivir.

– Además de que la cultura enriquece

– La cultura nos enriquece como pueblo, como ese baluarte principal que es llevar a gala la convivencia entre las diferentes culturas. En algunos sitios del mundo se está aprendiendo a convivir con otras culturas. Nosotros llevamos ya un gran bagaje y creo que nos diferencia. Yo creo que jamás nos hemos mirado por nuestra condición religiosa, sino lo que eres como persona.

– En varias entrevistas ha puesto el acento en que Melilla puede ser “el puente” del turismo que viene de la península y el de Marruecos

– Melilla es el sitio idílico para un turismo judío-religioso. Un sitio idílico para el judío no religioso porque va a encontrarse con una ciudad que le va a sorprender. Es un sitio idílico para un turismo general que le interese el turismo sefardí, un sitio idílico para muchos grupos sociales que quieran venir. De la península a Melilla, (hay que) abaratar los precios de los transportes, de Marruecos a Melilla, (hay que arreglar) la frontera. Tenemos dos muros muy altos que han encerrado a Melilla por el norte y por el sur. Esos muros son cuestiones de las negociaciones políticas a nivel local y nacional que espero que se arreglen. Nosotros pondremos todo de nuestra parte, pero esos dos muros no los podemos echar abajo.

– ¿En qué situación se encuentra ahora la comunidad?

– Nuestros jóvenes se nos van. Hay un vaciado demográfico importante, pero es un vaciado demográfico de la sociedad melillense. La Comunidad es un simple reflejo de la sociedad. Nos duele cada vez que se nos va una familia de Melilla, porque es una familia que perdemos y va a ser muy difícil que retorne. Y eso nos duele como melillenses, no solamente como judíos.

Yo espero que durante estos próximos cuatro años se revierta esta situación, dar ilusión, alegría y que la gente vuelva a su ciudad en los negocios, (se creen) puestos de trabajo, (que haya) una mejor calidad en sanidad, en educación, residencia, que también nos lo piden mucho. Estamos intentando meter a gente mayor en la ciudad y nos piden una buena residencia de lujo.

No puede ir solo la sociedad sin el apoyo institucional, no pueden ir las instituciones sin el apoyo de la sociedad. Es un win-win, un binomio que tiene que ir de la mano, y tenemos que estar aportando, tenemos que escuchar al político y ayudarle, llevar a cabo los proyectos, pero también tiene que escuchar a la sociedad. Yo creo que estamos en ese camino. Por lo menos, la Comunidad Israelita de Melilla siempre ha estado en el camino.

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“La historia contemporánea de España no se puede comprender sin la historia judía de Melilla”

Miguel Rivas

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