El consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Manuel Ángel Quevedo, ha querido aclarar que “los hitos” sobre la ampliación de la planta desaladora, que permitirán aumentar en calidad y cantidad el agua del grifo en Melilla en cuestión de un mes y medio, no es algo que afirme la Ciudad Autónoma, sino que han sido marcados y comunicados por escrito por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), de quien depende aún la planta hasta el 5 de diciembre de este año.
De este modo, el consejero ha precisado que él solo se ha limitado a comunicar a la ciudadanía esos pasos y que en la Ciudad Autónoma, de hecho, son “muy precavidos” con los cálculos del ente estatal debido a la complejidad de esta infraestructura de la que ahora mismo depende la mitad del agua que consumimos en Melilla.
Tanto es así, que este miércoles, día en que se iba a producir el primero de los hitos marcados por la CHG con un leve aumento de la producción de agua, no se ha conseguido debido a una avería en el funcionamiento de los nuevos módulos instalados. En vez de los 18.000 metros cúbicos habituales, la desaladora solo ha producido 10.000.
El consejero apunta que por ahora desconocen cuándo podrá terminar la CHG los trabajos en la desaladora porque la CHG no le ha dado una fecha concreta para ello, ya que depende de la turbidez del agua que los buzos puedan acabar con el problema.
Quevedo ha insistido en que es “algo normal” al tratarse de una instalación “muy compleja” que no deja de trabajar mientras es ampliada y en la que entran en juego otros factores como, por ejemplo, la segunda línea eléctrica. “Con lo cual, yo no puedo ser tan optimista como es la CHG en esos hitos que comunica por escrito, y que es nuestra obligación transmitir con esas precauciones”, ha insistido Quevedo admitiendo, no obstante, que se trata de un mensaje positivo que confían en que se materialice.
