La Consejería de Economía y Comercio de la Ciudad Autónoma de Melilla ha lanzado un ambicioso Plan de Acción para “reflotar” el comercio minorista de la ciudad, notablemente debilitado en los últimos años por el cierre unilateral por parte de Marruecos de la aduana comercial el pasado 1 de agosto de 2018 y el bloqueo del régimen de viajeros.
Según ha explicado en rueda de prensa el titular del área, Miguel Marín, este plan se compone de tres fases: la primera, que ya se ha llevado a cabo, es la realización de un diagnóstico y análisis de la situación del comercio minorista melillense; la segunda es la convocatoria de un programa de subvenciones específicas para este tipo de comercio, siendo una de ellas de manera singular para la mejora de los puntos de venta, mientras que la más genérica irá dirigida a la mejora de las instalaciones y a la digitalización de dichos establecimientos. La última fase, para principios de 2026, estará enfocada en “un seguimiento de las acciones” que se van a llevar a cabo de todo este tipo de acciones, así como su análisis de resultados.
Respecto a los dos programas de subvenciones, Marín ha explicado que el primero, centrado en el comercio minorista, está dotada con más de 700.000 euros; mientras que la segunda, dirigida al sector empresarial en general, está dotada con más de dos millones de euros.
La idea, según Marín, es que ambas convocatorias se publiquen entre marzo y abril.
Entrando en detalle, Marín ha explicado que durante la primera fase de dicho plan se ha llevado a cabo un estudio sobre el mercado minorista en un plazo de cuatro meses en el que se han entrevistado a un total de 447 comerciantes de toda la ciudad. Los resultados de la encuesta, prosigue, señalan que el número total de licencias de actividad en la ciudad ascendía en 2024 a 8.195 , de las cuales el 38,2% era de comercio en general y, dentro de este, el 25,3% del total corresponden al minorista.
Sobre este impacto negativo en el comercio minorista, el 71,6% de los encuestados han manifestado que su facturación ha disminuido de manera considerable, el 67,3% dice que su clientela ha disminuido, el 23,% traslada que han tenido que reducir el número de empleados, y la pérdida de establecimientos asciende al 9%, y tan solo el 4,5% de los comercios han incrementado su inversión.
Datos “muy interesantes” según Marín para tener una dimensión del impacto negativo que ha tenido el cierre fronterizo y el bloqueo del régimen de viajeros en este tipo de comercios en Melilla.
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