La conocemos como la 'Ciudad de la tres culturas' y se defiende que es un ejemplo para Europa de convivencia entre diferentes religiones. La pregunta es si este equilibrio es a prueba de 'tormentas' o si se trata de una convivencia frágil. Para el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, se trata de una "convivencia sensible, que está sujeta a cualquier opinión, acción o actuación que se produzca en el mundo". Sin embargo, es rotundo al afirmar que está muy afianzada, "que es muy solida, porque no se trata de una convivencia que se haya impuesto, sino que viene del pueblo. Yo creo que el ciudadano es sabio y la convivencia, la tolerancia y el respeto se ha impuesto por encima de otras diferencias. Que todos estudien en el mismo colegio o que nazcan en el mismo hospital, marca una forma de ser y de entender la realidad que les rodea. Yo lo he llamado ya en alguna ocasión la 'cultura melillense' y, en ese sentido, nos va bien y creo que es una forma de convivir sólida. Ahora, es evidente que hay hechos mundiales que afectan a una parte de las sensibilidades implicadas en este equilibrio…", explica.
