Inmigración, protección internacional y fronteras fueron ayer los ejes del debate que copó la mayor parte de la mañana en el Congreso de los Diputados. Un debate encendido donde la oposición mostró su rechazo a la política migratoria del Gobierno español y la postura que ha mantenido en Europa con la crisis de los refugiados. Uno de los que expresó con mayor vehemencia esa disconformidad fue el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que acusó al Gobierno de “exportar” a Europa “la peor marca España: las deportaciones en caliente”. “La impresión que tengo es que ustedes han ido a Europa a exportar la peor marca España, las deportaciones en caliente. Me hace sentir vergüenza las barbaridades que se han hecho en nuestras fronteras”, dijo Pablo Iglesias en el Hemiciclo. Además, expuso que “en España hace falta un gobierno comprometido con los derechos humanos y el derecho de asilo” y subrayó, como hizo el líder socialista, Pedro Sánchez, la exigencia de evitar las devoluciones colectivas y el estudio individualizado de cada petición de asilo.
Sánchez, minutos antes, reprochó a Mariano Rajoy su “actitud egoísta en materia de inmigración” y prometió que si llega a ser presidente del Gobierno convertirá “España en un país de acogida”.
Por su parte, la diputada de ERC, Ana Surra, consideró que “la frontera sur española es un banco de pruebas europeo en gestión de fronteras como se está demostrando”, en alusión a los rechazos en frontera, conocidos como ‘devoluciones en caliente”. También el PNV se pronunció sobre este asunto al avisar su diputado Aitor Esteban de que “España no puede mirar hacia otro sitio” ante este problema porque “la crisis migratoria volverá a Lampedusa y también a las Canarias, Ceuta y Melilla”.
La inmigración económica
El presidente del Gobierno replicó a estas críticas al aseverar que “la política de asilo e inmigración de este Gobierno ha sido muy parecida a la que hizo el anterior Ejecutivo”. “Y creo que sería bueno que el siguiente Gobierno se moviera en unos términos similares”, agregó.
El portavoz del Grupo PP, Rafael Hernando, ahondó al señalar: “Debemos atender las peticiones de asilo mientras controlamos la inmigración económica de la que sólo se benefician las mafias”. También defendió que el PP es “consciente” de “la complejidad del tema y que siempre se puede mejorar en materia de inmigración”, e incidió en el aumento de recursos para las oficinas de asilo.
