A mediados de mayo entraba en vigor la normativa sobre la necesidad de visado para entrar en territorio comunitario, lo que, en principio, obligaba a las autoridades españolas a impermeabilizar la frontera de Melilla con Marruecos. Se estaba instalando un moderno sistema informático para controlar la documentación de los visitantes. Esta medida no implicaba que los nadorenses pudieran acceder a Melilla sólo con la necua y sin necesidad de usar visado. El problema era que el PP denunciaba que el PSOE no había realizado las mejoras necesarias para hacer impermeable la frontera, tal como se le obligaba desde Europa.
