Cinco mil melillenses y ceutíes, conforme a las previsiones de los comités organizadores de la caravana de Ceuta y Melilla, se manifestarían esa mañana en Madrid para exigir del PSOE la autorización pertinente de su grupo parlamentario a iniciar, conforme a la Constitución, la negociación de los futuros estatutos de autonomía de las dos ciudades norteafricanas. Por contra, varias asociaciones musulmanas de Melilla organizaban una rueda de prensa para oponerse a la caravana y denunciar que el estatuto no les incluía.
El Ayuntamiento de Melilla y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) firmaban un convenio de colaboración que posibilitaría la construcción de hasta dos mil nuevas viviendas en la ciudad en el plazo de dos años.
