Varios de los militantes críticos de la UGT local enviaban a la Mesa del XXXVI Congreso Confederal de la organización información sobre la condición de suspendidos de militancia de dos de los delegados que asistían al mismo en representación de la UGT melillense: Dionisio Muñoz y Antonio Jiménez. Ambos habían sido expulsados por el Comité de Conflictos, pero se negaban a cumplirlo con el apoyo del sector de Servicios Públicos.
Los profesores melillenses se encerraban en el MEC para protestar por el adelanto en Melilla de la Reforma educativa y la implantación de la ESO. La protesta se alargaba hasta las doce de la noche.
El Ayuntamiento adquiría equipos para vigilar y diagnosticar la calidad del aire en Melilla y actuar en consecuencia.
