El presidente de Emvismesa, Enrique Remartínez, desmentía que utilizara una motobomba del municipio para facilitar, con fines privados, el riego de una finca de Cabo de Agua. Según, aseguró, la máquina empleada en la explotación agrícola marroquí procedía de Madrid y había sido instalada por algunos miembros del Servicio municipal de Aguas, si bien fuera de su horario laboral en el Ayuntamiento y de forma voluntaria y remunerada. Remartínez amenazaba a los socialistas con interponer acciones judiciales en el futuro.
El PSOE presentaba la nueva Comisión Ejecutiva surgida en el último congreso. El secretario general, Gonzalo Hernández, manifestaba que su máximo objetivo era encarar las elecciones de mayo con expectativas de éxito.