Mustafa Aberchán incluiría a cuatro independientes en su Gobierno, cuya identidades no se habían dado a conocer, al objeto de que no recibieran presiones. En cualquier caso, el GIL, con siete escaños, era el más perjudicado en el reparto de áreas del nuevo Ejecutivo de CPM, porque se quedaba con la Vicepresidencia Primera y las Consejerías de Obras Públicas y Cultura, que incluían Turismo, Festejos y Deportes.
Por decisión de la comisión ejecutiva federal del PSOE, nombraba la gestora del partido, tras la dimisión en bloque de su anterior ejecutiva, como consecuencia de la crisis abierta por las medidas sancionadoras contra Román Dobaño y Malika Mohamed, por votar la elección de Aberchán como presidente. Rafael Villuenda era elegido presidente de la gestora del PSOE.
