El diario recogía en prácticamente la totalidad de sus páginas la dramática situación que se vivía en Melilla tras la colisión del avión de Pauknair en el Cabo Tres Forcas y la muerte de sus 38 ocupantes. El avión había despegado sobre las 8,15 de la mañana del aeropuerto de Málaga y media hora después se perdía la comunicación. El BAE-146 se había estrellado contra una de las cimas del cabo. La noticia conmocionó a toda una ciudad que volvía a ser portada en los noticieros de todo el mundo por la gravedad de este siniestro aéreo, el peor de la navegación aérea española desde la década de los ochenta. Por el momento se desconocían las causas del accidente, y todos los esfuerzos se centraban en la localización de los cuerpos, para poder realizar su identificación. El diario recogía en prácticamente la totalidad de sus páginas la dramática situación que se vivía en Melilla tras la colisión del avión de Pauknair en el Cabo Tres Forcas y la muerte de sus 38 ocupantes. El avión había despegado sobre las 8,15 de la mañana del aeropuerto de Málaga y media hora después se perdía la comunicación. El BAE-146 se había estrellado contra una de las cimas del cabo. La noticia conmocionó a toda una ciudad que volvía a ser portada en los noticieros de todo el mundo por la gravedad de este siniestro aéreo, el peor de la navegación aérea española desde la década de los ochenta. Por el momento se desconocían las causas del accidente, y todos los esfuerzos se centraban en la localización de los cuerpos, para poder realizar su identificación.
