Luto, indignación y repudio a ETA en toda España. Ese era el sentir unánime de la sociedad española, incluida la melillense contra la última barbarie de la banda criminal ETA y sus secuaces de Herri Batasuna. El brutal y macabro asesinato del concejal del Partido Popular, Miguel Angel Blanco, a manos de la banda asesina había sido contestado en todo el país por una gran mayoría de ciudadanos a través de multitudinarias manifestaciones, protestas e intervenciones en los medios de comunicación. Melilla no podía quedarse atrás y al igual que el resto del país, había convocado una manifestación contra el terrorismo y por la libertad, tras el cobarde y macabro asesinato del concejal del PP en la localidad vasca de Ermua, Miguel Angel Blanco, por parte de la mafia etarra. Luto, indignación y repudio a ETA en toda España. Ese era el sentir unánime de la sociedad española, incluida la melillense contra la última barbarie de la banda criminal ETA y sus secuaces de Herri Batasuna. El brutal y macabro asesinato del concejal del Partido Popular, Miguel Angel Blanco, a manos de la banda asesina había sido contestado en todo el país por una gran mayoría de ciudadanos a través de multitudinarias manifestaciones, protestas e intervenciones en los medios de comunicación. Melilla no podía quedarse atrás y al igual que el resto del país, había convocado una manifestación contra el terrorismo y por la libertad, tras el cobarde y macabro asesinato del concejal del PP en la localidad vasca de Ermua, Miguel Angel Blanco, por parte de la mafia etarra.
