Más de cinco horas empleaba la sección fija de la Audiencia de Málaga en Melilla para juzgar a Ignacio Velázquez por un presunto delito de prevaricación, derivado, según el Ministerio Fiscal y el PSOE, de la convocatoria urgente que en el 92 realizó el por entonces presidente de la Ciudad, de la primera moción de censura de la historia democrática melillense, por la que el PSOE y el PNM pretendían destituirlo como alcalde. Los socialistas, apoyándose en las declaraciones de dos tránsfugas del PP, pedían que se inhabilitara a Velázquez para el ejercicio de cargo público durante diez años, algo para lo que el Fiscal pedía seis meses. La defensa pedía al absolución.
El PSOE nacional afirmaba que formarían parte de un gobierno en Melilla siempre que el GIL estuviera fuera.
