Oliver Arteaga volvió a firmar el pasado viernes, ante el Actel Força Lleida, otra gran actuación. El interior canario anotó 19 puntos -con un 70% en los tiros de campo-, capturó ocho rebotes y provocó cinco faltas personales. En total, contabilizó 27 tantos de valoración. Llegaba al Pabellón Javier Imbroda uno de los equipos revelación de la temporada, con cuatro victorias más que los de Alejandro Alcoba. Un reto complicado para ambos equipos, que podía encumbrar a los de Borja Comenge a lo más alto de la tabla o dotar de confianza a los de la ciudad autónoma. El partido comenzó manejándose por la igualdad en el marcador, con ‘los dos púgiles recibiendo golpes’ y un Mbaye que anotó ocho puntos en el primer cuarto haciendo daño en la ‘pintura rival’. Pero en el segundo cuarto, las rotaciones de los locales imprimieron una velocidad más en defensa sin restar eficacia en ataque. Un triple de Jorge Sanz (magnífico en este primer periodo) colocó el 36-26 y al Melilla Baloncesto por encima de los diez puntos.
Con la ventaja en el luminoso, la confianza de los jugadores creció y toda su calidad se puso en funcionamiento para asegurar un triunfo que se antojaba fundamental. Pedro Rivero y Jorge Sanz controlaban el ritmo, Héctor Manzano se mostraba eficaz y emergió la figura de un Oliver Arteaga (19+8) fundamental en este plantel. En frente, Juanpi Sutina (12 puntos) tiraba de garra para conseguir llegar a un final igualado, mientras que Leo Demetrio (6+13) daba la réplica a Arteaga. A pesar de no estar acertados en el triple (4 de 18) y ser superados en el apartado reboteador (32 por 42), la intensidad defensiva de los melillenses fue clave para la victoria.
