Las discrepancias internas y la mala gestión del Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias son tan evidentes como graves e inocultables. Lo mismo ocurre con el Gobierno local de, por orden de votos, Mustafa Aberchán, Gloria Rojas y Eduardo de Castro.
Intentan ocultar su ineficacia ambos gobiernos, el nacional y el melillense, bajo el paraguas de la grave crisis del coronavirus y el lamentable eslogan de que “ahora toca trabajar todos juntos”. Es una falacia. Ellos son, con su pésima gestión, el problema, no la solución.
En ambos casos, el nacional y el local, solo cabe la solución de una coalición de Gobierno diferente: PSOE-PP, en España ; CpM-PP, en Melilla. Con más capacidad para gobernar y para luchar con verdadera eficacia contra el coronavirus y la gravísima crisis social y económica que nos espera.
Por otra parte ese par de soluciones serían, desde el punto de vista democrático, las que representarían a más ciudadanos, las mejores, o las menos malas, que, en política y en la vida real vienen a ser lo mismo.
Ahora no “toca trabajar juntos”, un mantra que dicen y repiten los políticos en el poder para intentar mantenerse en él. Ahora es el momento de trabajar de verdad (no solo de decirlo, sino de hacerlo) y con eficacia, es el momento de dejar de contar mentiras, el de dejar de tomar el pelo y de martirizar a los ciudadanos españoles, melillenses incluidos.
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Gobiernos problema
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