De "magnífica idea" calificó ayer la consejera de Bienestar Social y Sanidad, Mª Antonia Garbín, el anuncio del Ministerio de Sanidad de eliminar el copago de la farmacia hospitalaria, como ha venido ocurriendo en el último año. De hecho "por coherencia" la Ciudad Autónoma decidió asumir este coste para no sobrecargar a los pacientes perjudicados por la medida. Es más, se libró una partida de doce mil euros para hacer frente al pago de estas recetas a lo largo de todo un año.
Los pagos se han venido haciendo de forma trimestral, atendiendo la documentación y recetas que presentaban los pacientes, que según indicó, ha sido una media de entre ocho y nueve personas cada vez. Señala que "son medicamentos muy determinados y caros que se prescribe a personas con padecimientos crónicos".
Considera acertado la eliminación del copago, en especial en estos momentos en los que "se está remontando la crisis". Tras afirmar que se han atendido todas las solicitudes presentadas, reiteró que era "algo positivo la eliminación" del copago.
