Comparativa visual entre coches de combustión y eléctricos.
Sánchez anunció 1.280 millones para el vehículo eléctrico, mientras la UE reconsidera permitir motores de combustión más allá de 2035. La industria automotriz europea enfrenta competitividad y descarbonización, buscando un equilibrio en la transición energética.
Mientras Sánchez anuncia 1.280 millones de euros para impulsar el vehículo eléctrico, las alarmas encendidas por las grandes marcas europeas de automóviles están provocando un cambio de postura.
La industria, en general, es un pilar clave de la Unión Europea en 2025. Como tal, debe ser impulsada por desafíos como la competitividad global, la descarbonización y la soberanía tecnológica. Países como España, Francia, Italia y Alemania han liderado iniciativas como la Declaración de Berlín, firmada por 17 naciones, que prioriza la simplificación administrativa, la inteligencia artificial en manufactura y mercados líderes en materiales descarbonizados.
El sector automotriz, un segmento clave de la economía europea, que genera el 8% del valor añadido manufacturero y que emplea a 13,8 millones de personas (directa y/o indirectamente), ha recibido un anticipado “regalo de Navidad” después de que la UE se abra a permitir los motores de combustión más allá de 2035.
La presión de las grandes marcas europeas está provocando un cambio de postura y parece que Bruselas está dispuesta a ceder. El comisario de Transporte, Apostolos Tzitzikostas, ha afirmado en un diario alemán, después de que el canciller germano, Friedrich Merz, pidiera a la Comisión que tuviera en cuenta los motores de combustible “altamente eficientes” en su revisión, “estar abierto a todas las tecnologías”.
La Unión Europea permitirá, en algunos casos, los coches de combustión en 2035.
Aunque técnicamente se permitiría seguir aprobando motores de combustión más allá de 2035, solo podrían operar los que usen carburantes considerados “limpios”, cuya disponibilidad y precio siguen siendo inciertos. Este escenario, si bien permitiría salvaguardar los objetivos climáticos, pondría en entredicho el propósito de Merz de reactivar la industria automovilística europea: desarrollar motores avanzados a un coste elevado podría resultar inútil si los consumidores se ven disuadidos por la escasez o el alto coste de los combustibles necesarios para hacerlos funcionar.
10 de diciembre era la fecha calve para la Comisión Europea y el sector automovilístico
La revisión forma parte del nuevo “paquete automovilístico” de la UE, cuya presentación estaba prevista para el 10 de diciembre, pero que se ha retrasado para enero de 2026. Aunque se mantiene el objetivo de descarbonización para 2050, se busca proteger la competitividad de la industria automovilística europea ante el lento avance del coche eléctrico y las tensiones geopolíticas.
Ya anunció recientemente el CEO de BMV, Oliver Zipse, que llevar a cabo la prohibición de los motores de combustión en 2035 tal como estaba previsto iba a ser un error.
El anuncio de la Comisión no significa el fin de la electrificación, sino la apertura de un abanico más amplio de opciones. La Comisión seguirá impulsando el coche eléctrico, pero reconoce que los motores de combustión, alimentados por combustibles alternativos, deben jugar un papel durante la transición. Se abre así una nueva etapa en la política energética europea.
El Club Voleibol Melilla enfrentará al OCISA Haro Rioja Vóley en un crucial partido de…
El filial del Melilla Torreblanca C.F. busca continuar su racha positiva ante el Arriva Alcorcón…
El Melilla Torreblanca C.F. se enfrentará al Les Corts UBAE, en un partido de la…
El Club Balonmano Virgen de la Victoria busca recuperar sensaciones tras dos derrotas al enfrentar…
Javi Motos, entrenador de la U.D. Melilla, analizó el crucial partido contra el Recreativo de…
Cruz Roja Juventud impulsa nuevamente la campaña ‘El Juguete Educativo’ para asegurar que niños…