Esta iniciativa seguro que se repetirá en los próximos años. Un entrenamiento cuya convivencia fomentó el deporte y, a la vez, la convivencia entre todos los jugadores y jugadoras del conjunto de pequebasket. La pasada semana, y coincidiendo con el Carnaval, el equipo pequebasket del Melilla Baloncesto vivió un entrenamiento muy especial. No en vano, todos los jugadores asistieron a su entrenamiento cambiando sus habituales equipaciones de baloncesto por disfraces de piratas, princesas o rockeros.
Desde la fundación del Club se ha mantenido siempre la vocación educativa, además de querer inculcar a los alumnos un espíritu deportivo y, por tanto, incentivar la práctica del deporte. Con esta actividad se fomentan ambos aspectos.
Esta iniciativa seguro que se repetirá en los próximos años. Un entrenamiento cuya convivencia fomentó el deporte y, a la vez, la convivencia entre todos los jugadores y jugadoras del conjunto de pequebasket.
