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En la cresta de la quinta ola

Melilla está en plena escalada de los casos de coronavirus. Sin ir más lejos, este miércoles se batió el récord de casos en un día, con esos 137 notificados. El jueves tampoco hubo tregua y fueron otros 63 que se sumaron a la lista. Ya son cerca de 450 las personas que están con la enfermedad activa, al menos de forma oficial, y la cifra tiene pinta de que seguirá subiendo un tiempo más hasta que se estabilice, al igual que ocurrió con las cuatro olas anteriores.
Pero de momento, en Melilla llevamos unos días en pleno auge de la quinta ola debido, sobre todo, al brote del CETI entre los más de 200 inmigrantes que entraron saltando la valla el mes pasado. A la vista de los hechos, resulta sorprendente que la forma en que se está actuando es muy distinta de la que se había previsto en las etapas anteriores de la pandemia. No se sabe si esto se debe a que antes pecamos de ser demasiado precavidos, o es que realmente no hacía falta habilitar un centro COVID en los Altos del Real que, por cierto, costó varios miles de euros, como todo desembolso que se está haciendo en esta crisis sanitaria.
Porque no hay que olvidar que durante cerca de un año, desde el verano del año pasado hasta finales de junio, la Ciudad del Fútbol ha funcionado como zona de aislamiento para los inmigrantes del CETI que pudieran sufrir un contagio de coronavirus. Durante el tiempo que estuvieron operativos aquellos módulos como centro COVID, albergaron a algunos casos positivos para evitar que el virus pudiera hacer estragos entre los usuarios del centro migratorio.
La paradoja es que, apenas un mes después de que la Delegación del Gobierno dejara de utilizar esas instalaciones y el centro COVID fuera clausurado, es cuando podrían haber sido más necesarias teniendo en cuenta que cerca de 200 usuarios del CETI están afectados por el brote. Todos ellos se encuentran aislados en unas dependencias habilitadas para que guarden cuarentena en dos zonas diferenciadas, que son las que llevan una semana confinadas por orden de Salud Pública: la zona de Carpas, donde están aislados los contactos estrechos, y la denominada “Bajos del Colegio”, donde se encuentran los casos positivos. Ambas, con refuerzo policial y vigilancia para que se cumpla el confinamiento.
Según la delegada del Gobierno, de momento es suficiente con lo que se ha previsto en el CETI, pero reconoció que nunca se sabe si podría serlo más adelante si el brote sigue aumentando, algo que también podría suceder. ¿Por qué se prescindió del centro COVID si la pandemia no se ha dado por concluida? ¿Por qué la Ciudad Autónoma no ha vuelto a ofrecer esas instalaciones para que se haga uso de ellas ahora que el CETI se ha visto afectado por el mayor brote no solo en el propio CETI, sino en toda Melilla? ¿Es que es más importante que Distritos atienda en esos módulos a jóvenes extutelados que podrían ser acogidos en otro lugar, que volver a abrir el centro COVID para lo que de verdad fue concebido? Con su actitud, la Administración no puede dar muchas lecciones a los ciudadanos recordando que deben seguir teniendo cautela ante el coronavirus, porque ha sido la primera en actuar como si la pandemia ya hubiera terminado.

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En la cresta de la quinta ola

Redacción

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