El presidente de la Comisión de Sanidad del PP de Melilla y director territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), Francisco Robles, aseguró ayer que el PSOE “nunca habría terminado en la fecha prevista” las obras del futuro Hospital Universitario, que estaba fijada para el 13 de enero de 2013. Robles anunció ayer que las obras podrían reanudarse este mismo mes o probablemente el que viene, después de tres años y medio paralizadas por los problemas que surgieron con la adjudicación de un proyecto modificado y de la dirección facultativa, que han tenido que ser resueltos por sentencia judicial.
Según Robles, “el PSOE no habría acabado la obra ni en 2015 posiblemente” porque en el año 2010, durante el Gobierno socialista, la obra sufrió “un gran parón” por las contratas y subcontratas, lo que provocó que solo se ejecutaran 4 de los 10,9 millones de euros presupuestados ese año. Además, en 2011 se ejecutaron 13,4 millones de euros sobre un presupuesto de 10,9 millones, si bien “eran acopios” cobrados por la empresa adjudicataria.
Robles se mostró tajante a la hora de responsabilizar al PSOE de lo que a su juicio ha sido “una gran chapuza jurídico-administrativa, sin duda alguna”, refiriéndose a los problemas que se han dado con la adjudicación del proyecto modificado y la dirección facultativa.
Respecto al modificado, Robles dijo que “no estaba vivo, jurídica y administrativamente hablando”, ya que el anterior Gobierno “solo firmó la orden ministerial para la ejecución provisional, sin hacer ningún paso legalmente establecido”. Por ello, aseguró que el PSOE puso “un gran tapón” al “legítimo derecho de los ciudadanos a recibir asistencia en un centro moderno”, tal y como era la idea del proyecto. Una idea que “fue bienvenida”, pero que fue “ejecutada de manera desleal para los intereses de los melillenses”.
En cuanto a la adjudicación de la dirección facultativa, que se realizó en 2009 cuando el PSOE estaba al frente del Gobierno central, Francisco Robles recordó cómo en la sentencia se hablaba de “indicios de irregularidad” porque se adjudicó “después de licitar la propia obra”, lo cual en el campo de la contratación pública “es una temeridad y el origen de futuras reclamaciones”. Además, dijo que la adjudicación se hizo “en contra de la opinión del interventor y los representantes de la asesoría jurídica del Ingesa vulnerando la legalidad”.
Robles lamentó que el PP haya tenido que dedicar esta legislatura a desbloquear diferentes cuestiones administrativas relacionadas con ambas adjudicaciones. Un objetivo en el que aún está inmerso el Ingesa, que se encuentra a la espera de poder adjudicar de nuevo la dirección facultativa de la obra, tal y como ha ordenado una sentencia judicial.
“Una felonía con Melilla”
Teniendo en cuenta esta secuencia de hechos, el dirigente popular acusó a los socialistas de haber cometido una “felonía con Melilla y los melillenses” en toda la gestión relacionada con el Hospital Universitario, debido a su “deslealtad clarar a los intereses de toda la población”. El proceso, dijo, “nació viciado”, siguiendo la “estrategia del PSOE de que cuanto peor sea para los intereses de los ciudadanos, mejor para sus intereses políticos”.
Robles dijo que esta semana podría haber una respuesta y a partir de ahí “no debería haber problema” para reiniciar las obras este mes o el próximo. La empresa adjudicataria, dijo, está de acuerdo en reanudar las obras “con las nuevas condiciones de juego”, incluyendo los desperfectos que se han producido en la construcción mientras la obra ha estado paralizada.
El Hospital Universitario contempla una inversión de 5,2 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016 dedicados al Ingesa, organismo que en Melilla contará con 101,2 millones de euros en total, un 2 % más respecto a 2015, por lo que sigue con “la tendencia al alza” que ha tenido en esta legislatura.
