El PP ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de ser «un rehén» de las decisiones y de la voluntad de Marruecos ante la ausencia de avances para la reapertura de la aduana comercial y el cumplimiento del régimen de viajeros con este último país pese a que las relaciones bilaterales con el reino alauita son «las mejores», según ha aseverado en varias ocasiones el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
A juicio de la senadora popular por Melilla, Isabel Moreno, las recientes declaraciones que realizaron tanto Sánchez como Albares en el Congreso de los Diputados a cuenta de ambos asuntos, han resultado ser «decepcionantes» y «muy preocupantes». «Ni el uno ni el otro han respondido a cuestiones capitales para Melilla», ha lamentado Moreno en rueda de prensa, sacando a modo de conclusión que Marruecos «tiene la sartén por el mango» y el Gobierno de España está «al albur» de las decisiones que se marquen desde Rabat en una posición de «inferioridad» y de «absoluta sumisión» que repercute negativamente en Melilla, Ceuta y las Islas Canarias, las «grandes perjudicadas de esta ecuación de poder».
El resultado de todo ello es que la ciudad continúa sin una fecha concreta para la reapertura de la aduana comercial, para el cumplimiento del régimen de viajeros y, «yendo más allá» de la política exterior, para la recuperación de la bonificación del 50% a las cuotas patronales de la Seguridad Social, «piedra angular de nuestro sistema fiscal». En resumen, para la senadora popular la falta de avances en estas cuestiones constituyen «la prueba del abandono vergonzoso del Gobierno de Sánchez» con respecto a Melilla y «la evidencia de que no hay una hoja de ruta» para la ciudad.
Pero «lo más grave» a ojos de Moreno es que «no existe la más mínima voluntad política de retornar a una situación de normalidad».
«Como consecuencia de todo ello, padecemos a un presidente que no preside ni puede presidir al ser rehén en el Parlamento de las minorías radicales que quieren romper con España, y en política exterior es rehén de las decisiones y de la voluntad de Rabat», resuelve, preguntándose «a qué motivos impuros e ignominiosos obedecen estas cesiones interminables y este chantaje a que nos somete Marruecos». «Se habla del móvil de Sánchez, de la esposa del presidente, de la corrupción del PSOE, pero no sabemos realmente hasta dónde puede llegar lo que Marruecos tenga en su poder», lamenta, insistiendo en que melillenses, ceutíes y canarios son «los grandes perjudicados» en este sentido.
«Y esto también es corrupción política», asegura la senadora, que acusa al jefe del Ejecutivo central de «renunciar al interés general con tal de seguir en el poder». «Y lo demuestra tanto en las Cortes Generales como en sus relaciones exteriores», recalca, aseverando que será «mejor» para España y para Melilla que «el sanchismo acabe cuanto antes».
Ante esta situación, la popular pregunta qué tipo de gestiones está llevando a cabo la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, acerca de estos temas, porque considera que sigue «la política del inmovilismo y de brazos caídos».
«Está tan despreocupada y tan ociosa que se permite el lujo de acudir a los plenos de control y está toda la mañana pendiente de lo que se dice y lo que se deja de decir, cuando lo podría hacer perfectamente en su tiempo libre», valora. «Estando las cosas como están, en un gris oscuro tirando a negro, es muy grave y muy vergonzoso que la delegada del Gobierno ocupe su tiempo en estas nimiedades», denuncia al final
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