El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil sacó el pasado martes a un menor extranjero no acompañado de la turbina del barco rápido minutos antes de su salida de Melilla hacia Almería, donde se había escondido para intentar llegar como polizón hasta la península. Este caso se une al de los cinco jóvenes magrebíes que el domingo llegaron en ese peligroso escondite hasta Málaga, donde fueron sorprendidos por la Guardia Civil. En una nota de prensa, el Instituto Armado informó ayer de que con este rescate del menor, “se evitó lo que pudo convertirse en un fatal accidente en el puerto”, dado que los motores del barco son “un lugar muy peligroso” y de difícil acceso”. El chico, un magrebí de 16 años, había logrado llegar hasta allí a nado mientras el barco estaba atracado en el muelle, momento en el que fue avistado por agentes del resguardo fiscal de la Guardia Civil, destinados en el puerto.
Los guardias observaron a este joven sobre las 11.00 horas del martes. Inmediatamente, dieron aviso al GEAS, que contactó con el puente de mando del buque para evitar que arrancara las máquinas, lo que habría dado lugar a “un accidente que hubiese podido tener un fatal desenlace”.
Poco después, llegaron hasta la zona los agentes del GEAS, que accedieron a la zona de turbinas. Allí, en el interior, escondido en un hueco, estaba el joven, al que rescataron para su traslado a tierra. Su idea al meterse allí era viajar como polizón hasta la península, concretamente a Almería. La Guardia Civil lo trasladó al centro de menores de La Purísima, tutelado por la Consejería de Bienestar Social.
