… Los refranes son cortas expresiones populares, pero llenas de un largo sentido.
Los auténticos gobiernos de un país, no solo toman decisiones serias y responsables, que a veces se suelen poner en entredicho ante la opinión pública, que, por regla general, solo quiere comodidad y bienestar, sin pensar que estos logros sociales exigen muchas veces tremendos esfuerzos y dolorosas renuncias. Y proceden así, porque saben, que la verdadera política, la inteligente y honesta, lo primero que debe hacer es no politizar a la gente y eso se consigue siéndole útil, aunque a veces tenga que estremecer exponiéndose, los cimientos de la sociedad. Porque se trata de eso: de exponerse. De jugarse por el bien común, ese ingrávido sillón llamado poder y al cual muchos han solido convertir en antros de oportunistas e inmorales cobijos protegidos “Gobernar es Gobernarse” que diría Joaquín Costa, del cual tantos politiquillos que hoy deambulan por esta inocente Democracia tendrían que aprender.
Yo no sé, si el gobierno actual de España es bueno o malo. No soy quién para juzgar y mucho menos, sin tener conocimientos profundos de todas esas dificultades y entresijos que tiene que soportar, ante la enorme vitalidad mundial que le circunda: Economía – que no es solo dinero. Producción endeble ante la competitividad internacional que le atenaza…. País que no nación, donde el paisanaje acampa con conceptos retrógrados independentistas ante la globalización mundial que avanza… Presiones fronterizas, de países, aún en desarrollo, que no entiende otra cosa que sus propias ideas, sin tener en cuenta el lugar donde viven, porque viven… y como viven… Continuas inundaciones no solo naturales, sino también de seres humanos desheredados y anhelantes de una vida mejor…
España es un ser vivo, que cada día intenta circular por sus arterias, ese torrente de sangre que le llega de un mundo que no cesa, en esa gran marea a los umbrales de un milenio que lo va a transformar todo. Y esa transformación exige una política sin reminiscencias anteriores ni palabrerías. Una política sin concesiones caritativas con dinero público, ni jactancia de obras personalistas, que a veces no sirven para otra cosa, que para pagar comisiones y engañar a inocentes. Rescoldos de otros tiempos que tienden a desaparecer. Una política que sin politizar al ciudadano lo configure en la responsabilidad del bien común. Y para ello necesita también una oposición fuerte, serena, consciente y útil con palabras fraternas de ayuda y conocimiento en lugar de una depredadora actitud con ideas preconcebidas y frases altisonantes. Una Oposición en mayúscula, que sepa ganarse mañana el gobierno ante los ojos de los demás, por su nobleza y servicio. Una Oposición que tenga presente, antes que el poder, a España. Y este nombre es de todos. Y por todos hay que erradicar para siempre esa voracidad de ataque y deterioro, intentando buscar naufragios ante una singladura dificultosa en ese océano encrespado llamado mundo.
¿CON QUIEN ANDA ESPAÑA EN POLITICA? …Repito que no tengo los suficientes conocimientos para saber si este Gobierno y el anterior fueron buenos o malos. Pero si puedo opinar de lo que veo y oigo: Palabrerías y expresiones verduleras, donde tendría que prevalecer el orden, la sensatez y el dialogo en post del bien común. Gestos burlescos nacidos de la prepotencia y la ignorancia, que pretenden ridiculizas, tal vez orientaciones útiles. Jactancia, chulería, desconocimiento, falsedades, individuos. he individuas, surgidos no se sabe de dónde. pero amparados por unas siglas de partido, irresponsables ante aquello que les paga y les obliga. alardean, repitiendo consignas aprendidas de antemano…Y de fondo la corrupción. No solo de dinero público, sino también y es lo peor, de COBARDIA Y DESPRECIO, atacando al más débil. Como bien lo demuestran sueldos tercermundistas y pensiones miserables, mientras otros alardean de ganar miles de millones. Si ESPAÑA, anda con esta política… ¡MAL CAMINO LLEVA!
