Denunciado un local de copas en Melilla con 250 personas sin distancia, mascarilla y algunos fumando

La Policía Local también denunció a varios clientes y uno de ellos fue detenido por atentado a la autoridad y daños intencionados

La Policía Local ha denunciado en Melilla a un local de ocio que no cumplía las medidas anti-COVID-19 al acoger a 250 personas sin distancia social y a su vez extendió varios boletines de denuncia a particulares por no respetar las normas establecidas al respecto en el interior del local, entre ellas fumar. Uno de los clientes, además, fue detenido e ingresado en los calabozos de la Guardia Civil como «presunto autor de los delitos de atentado contra los agentes de la autoridad y daños intencionados».
Según ha informado este lunes el área de Seguridad Ciudadana, la intervención comenzó este domingo, 29 de agosto, a las 19,00 horas aproximadamente, cuando el cuerpo policial de la Ciudad Autónoma recibió llamada en la sala operativa, manifestando que un local de ocio situado en la calle General Macías, a la entrada del puerto de Melilla, «no cumplía las medidas anti-COVID-19 decretadas por la autoridad competente».
Personados varios indicativos policiales en el lugar, estos comprobaron que el acceso al local se había cerrado con un candado y en el interior había «un numeroso público agolpado en la barra, mientras eran atendidos, sin hacer uso de la mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad».
El portavoz policial ha explicado que además observaron que los veladores instalados en la zona central «tampoco guardaban la distancia mínima establecida entre uno y otro», así como a personas consumiendo bebidas fuera del establecimiento.
Una vez que los agentes pudieron acceder al interior del local de ocio «se percataron que algunas personas fumaban en el interior, haciendo caso omiso a las advertencias de los camareros», por lo que extendieron tres actas por tales hechos y otras tantas por no hacer uso de la mascarilla y por no guardar la distancia social de seguridad.

Cerraron con candado
Asimismo, el portavoz ha detallado que se entrevistaron con el responsable del establecimiento, «quien manifestó a los agentes que no tenía personal suficiente y que la situación se le había descontrolado, ya que en esos momentos había aproximadamente unas 250 personas en su interior», motivo por el que cerraron la puerta de entrada para que no accedieran más posibles clientes. Sin embargo, estos entraban «por la dársena pesquera».
La Policía Local ordenó a los responsables del local en ese momento que se cortara la música, así como el servicio de consumiciones y que procediera a desalojar el establecimiento hasta que la situación cesara y se pudiera controlar el aforo, así como las medidas de seguridad establecidas.

Un cliente, al calabozo
En el transcurso de la actuación, según ha añadido la citada fuente, la Policía se procedió a la detención de una persona como «presunto autor de los delitos de atentado contra los agentes de la autoridad y daños intencionados», por lo que fue trasladado hasta la Comandancia de la Guardia Civil, donde quedó ingresada en los calabozos a la espera de su puesta a disposición judicial.
Una hora más tarde y una vez que quedó restablecida la situación en el interior del establecimiento y así como el cumplimiento protocolario de la medidas COVID-19, la Policía Local dio por finalizada la intervención, denunciando al responsable del local de ocio por las presuntas infracciones que se habían producido en el mismo.

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