Si la afición de la U.D. Melilla se quedó cariacontecida y desilusionada con la no renovación de David Álvarez, más lo está aún al enterarse ahora de que el futbolista clave del milagro de la permanencia ha firmado por el Mérida A.D. El asturiano era uno de los jugadores más queridos en el Estadio Municipal Álvarez Claro, donde demostró su categoría y valía profesional. David Álvarez tiene muchas ganas de ponerse a las órdenes de José Miguel Campos y de pisar el Estadio Romano en partido oficial, así lo afirmó en la página web del Mérida A.D., en sus primeras declaraciones como jugador emeritense, pero sobre todo destacó su fichaje por un club histórico: «El Mérida es un equipo con una afición entregada y volcada, con la ilusión de volver a competir en las categorías superiores del fútbol español».
Objetivo ambicioso
«El proyecto es ambicioso y los objetivos tienen que serlo también, así que la idea es estar lo más arriba posible sin renunciar a nada. Los jugadores que estamos llegando tenemos clara la idea de que este club tiene que dar un paso más», afirmó.
Trabajo, trabajo y más trabajo es una filosofía de vida de David Álvarez cuando se enfunda la camiseta, tal y como ha demostrado en el Melilla, equipo en el que ha sido clave su participación para lograr la permanencia: «Soy un jugador trabajador, abarco bastante campo y me gusta tener la pelota y buscar los últimos pases. En esta categoría hay que presionar mucho y tratar de no dejar respirar al rival. Creo que eso se me da bastante bien.».
Volviendo al proyecto del conjunto extremeño, el asturiano se sincera: «Desde el primer momento en que se puso el Mérida en contacto conmigo tenia claro que quería unirme. El proyecto tiene una pinta muy buena y quería formar parte de él. Vengo de hacer una buena temporada en Melilla y quería estar en un sitio para pelear por cosas bonitas.».
El ex unionista confirma que no tiene ejemplos futbolísticos: «La verdad es que no soy mucho de tomar ejemplos, compartí vestuario con Sergio Álvarez en el Sporting, su filosofía siempre ha sido trabajar duro y ahora es un ídolo para el sportinguismo».
