La Ciudad Autónoma de Melilla ha ordenado un “cierre indeterminado” del Teatro Kursaal-Fernando Arrabal, el primero desde su inauguración en 2011, debido a las “deficiencias graves” que ha encontrado en sus instalaciones, algo que ha atribuido a una “falta de diligencia en el mantenimiento” con el anterior Gobierno.
En rueda de prensa, la consejera de Cultura, Patrimonio Cultural y del Mayor, Fadela Mohatar, ha informado de que ha encargado una auditoría externa para que técnicos expertos determinen el alcance de la responsabilidad y de los trabajos que será necesario desarrollar para poner de nuevo a punto esta emblemática instalación cultural.
Mohatar ha explicado que “es imposible abrir al público” este teatro, de 800 butacas, porque no tiene aire acondicionado, a pesar de que el anterior Gobierno “sabía desde 2020 que había que sustituir” los aparatos, de grandes dimensiones, sobre los que “se ha ido parcheando estos años”.
Además, hay “deficiencias graves” en la parte del escenario, donde es imposible instalar la concha acústica para los eventos de carácter musical debido al peligro que entraña no solo para el público, sino también para el propio personal en el escenario, al tratarse de una estructura de grandes dimensiones y de una tonelada de peso.
Ello se une a otras deficiencias en medios técnicos como el sonido y la iluminación, algo que “se debe a la falta de diligencia en el mantenimiento” y que ha obligado a cerrar el teatro, lo que afectará a los eventos culturales y sociales que el anterior Ejecutivo tenía comprometidos en dichas instalaciones.
El Perelló como posible alternativa temporal
Por ello, la Consejería de Cultura está en contacto con los propietarios del Cine Perelló, que también es un teatro, para ofrecerle un acuerdo de colaboración para poner el inmueble a disposición de las personas o instituciones afectadas por el cierre del Teatro Kursaal, como es el paso de la Policía Nacional y la Policía Local, que iban a celebrar en él sus respectivos patrones.
No obstante, Mohatar ha admitido que es probable que el Cine Perelló no ofrezca las condiciones necesarias para ello.
Para evitar una paralización de la actividad cultural, la Ciudad Autónoma va a intentar aprovechar otros espacios de Melilla, incluso exteriores dado el buen tiempo que hace en la ciudad, para celebrar otros eventos culturales que había programados en el Kursaal antes de que se ordenara su cierre.
Hasta que no esté terminada la auditoría encargada, Cultura desconoce tanto el desembolso económico que será necesario realizar para estas reparaciones como el tiempo que podría estar cerrado, aunque ha mostrado su deseo de que pudiera estar listo para finales de Navidades.
La consejera ha lamentado que se haya tenido que llegar a este punto con el Teatro Kursaal para evitar que se siga deteriorando este “pulmón cultural” en Melilla, por no haber hecho una puesta a punto anual en los meses de verano o incluso haber aprovechado el cierre obligado de la pandemia para hacer estos trabajos.
Sin aire acondicionado en los museos
Al hilo, Mohatar también ha lamentado que la falta de mantenimiento ha provocado que los museos de Melilla hayan estado abiertos este verano sin aire acondicionado, pese a tener el mantenimiento y supervisión a empresas externas, lo que ha perjudicado a los visitantes y a los trabajadores por el “calor terrible” de las últimas semanas.
Tras esta “desagradable sorpresa”, el Gobierno de Melilla ya está trabajando en solucionar estas deficiencias, que “viene arrastrándose de otros veranos” y, mientras tanto, ha instalado grandes ventiladores pese a reconocer que “no es la mejor solución”.
