De nuevo, se está asentando la costumbre de limpiar coches en la vía pública sin consentimiento del propietario del vehículo El aumento de entrada de inmigrantes a Melilla es notorio. Además de que cada salto a la valla, con resultados tanto infructuosos como positivos, tiene rápido reflejo en los medios de comunicación melillenses, la ciudadanía lo percibe por la mayor presencia de estos inmigrantes irregulares en las calles y plazas de la ciudad. Este aumento de residentes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes y, en consecuencia, en Melilla hace que algunos miembros de este colectivo aproveche su estancia para ganarse algún dinerillo extra para poder cubrir sus pequeños gastos. Y uno de los recursos a mano es dedicarse a limpiar los coches estacionados en la vía pública. Una costumbre que aunque incumple todos los visos de legalidad, está completamente asentada en la ciudad. La diferencia en este caso concreto es que en las últimas semanas han llegado quejas a esta sección, de propietarios de automóviles que se han encontrado con la sorpresa de que les han limpiado sus coches sin solicitar el permiso para hacerlo, lo que crea unas situaciones de gran tirantez. “Si les pago, -dijo un conductor-, les doy pie a que vuelvan a hacer lo mismo en otra ocasión y si no les pago me quedo con el temor de que adopten alguna represalia, aunque tengo que reconocer que eso no lo han hecho”. Al margen del comentario anterior , nos remiten un foto de un tramo de la calle Fortuny repleta de automóviles a pesar de la doble señal de prohibición de paso para los coches.
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Costumbres asentadas