Que se pueda transitar “cumpliendo con la normativa arancelaria aduanera, por tanto, también tributaria todo tipo de mercancías, tanto en el ámbito de la importación de productos procedentes de Marruecos como de la exportación de productos que desde Ceuta”, es lo que entiende Juan Vivas, presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, por una aduana comercial “convencional”, que es lo que quiere su Ejecutivo. No una “aduana comercial regional”, término que no entiende muy bien el presidente.
Otro asunto “distinto” es el “tamaño de esas expediciones comerciales”. Según compartía Vivas, “la dimensión de esos productos lleva aparejado también un desarrollo logístico en infraestructuras que no solamente son públicas, sino también privadas”.
“Tanto el desenvolvimiento de la actividad económica propiamente dicha, de la oferta y la demanda, como en la realización de las obras que también precise, irá marcando ese camino del desarrollo que tendrá que ser necesariamente gradual”, añadía.
“Pero imaginemos un supuesto en el que esa aduana comercial absorbe el volumen de actividad de negocio que antes se realizaba por la vía de lo que denominábamos comercio atípico o transfronterizo. El porteo.”, proponía. “Yo creo que eso sería bueno para Ceuta y también sería bueno para el vecino. Estamos pidiendo normalización, orden y control en la frontera como algo beneficioso para ambos lados de la misma, la aduana comercial puede cumplir en eso un cometido muy importante”.
