José Megías Aznar – [email protected]
Hay políticos/as que llegan al poder y hacen lo contrario de lo que pensaban para mantenerse el mismo. Cuando los ciudadanos dicen “son todos iguales”, yo me resistía a admitirlo. No sé si los políticos mienten o se creen sus propias fantasías miserables. Lo que sí sé es que como no lleven la moneda para Caronte, su recuerdo será la ignorancia.
Gloria Rojas, sor Merengue de Sin Sinati
Esta política, a la que todo le queda grande (incluso su vestimenta), ha tenido una semana de pasión adelantada. Su esfuerzo inútil por agradar a todo el mundo la ha convertido en un espectro deambulante y sin rumbo en el camino de la perfección.
No ha sabido gestionar ningún problema planteado, no ha seguido los principios de Pablo Iglesias (el abuelo), de Julián Besteiro ni de Largo Caballero, para usted estos nombres no son un referente, sino una entelequia desdibujada en la ausencia de su conciencia.
Llegó al Gobierno por rencor y se va a ir en unos meses como plañidera esperpéntica.
La gestión del Maca, el niño maravillas y ahora de Yeray Díaz han puesto de manifiesto que usted no puede presidir ni la comunidad de su rellano.
Señora Rojas, no se puede pedir presunción de inocencia y no apoyar a la presunción de verdad de la víctima. Usted tiene dos varas de medir, pero ninguna es la justicia. Usted sabía desde hace tiempo lo que estaba pasando en TVM y miró para otro lado. Imagínese que la denunciante no hubiera sido del PSOE, sino del PP: el follón que hubiera montado. La verdad hay que defenderla y mimarla siempre. Le aconsejo que escuche a Paquita la del Barrio, “Rata de dos patas”.
Por cierto, no diga más que nadie le da clases de moral al PSOE, porque a usted sí.
Ha dicho en tono de reproche “lamentar el “escarnio público” y la “eliminación de la presunción de inocencia” que ha sufrido por parte de “algunos partidos y personas” y que ha obligado a Díaz a dimitir “para no dañar a la Ciudad Autónoma ni a la empresa”. Por el mismo argumentario tendría que echarlo de la Ejecutiva para no dañar el partido. Usted sabe que su argumentario es muy flojo (Gloria floja). Usted está diciendo que ha dimitido por bondad y generosidad, cuando hacía una semana decía lo contrario, que no dimitiría. Dice que no va a hablar más de este asunto porque está judicializado, y hace bien, pero sí tiene que hablar de su responsabilidad política en el nombramiento y su dejación de funciones “in vigilado”.
Un comentario jocoso. El otro día escucharon a sor Merengue recriminar a sor Soberbia porque su amigo Fran no le había presentado a Kiko y sí a Fatima. Le decía: “ha salido más que yo en la tele y yo soy la presidenta del Patronato de Turismo. Así que, Elena, habla con tu amigo el subvencionado y que salga yo, al menos, en Sálvame Deluxe”. Esta gestora es gafe. Presenta en FITUR y en Melilla la grabación del programa “Todos contra 1” y se gasta 83.000 euros para cubrir gastos de transporte y estancias del personal de dicho programa. Al final TVE lo ha suspendido por la falta de audiencia. Es decir, hemos tirado ese dinero y ella sigue tan feliz.
Le voy a recomendar otra canción. La escucho cada vez que me vitupera. Es “La mala reputación”, de Brassens, cantada por Paco Ibáñez.
Premio Internacional de Poesía y Beca “Miguel Fernández”
La siguiente reflexión la hago desde el dolor y la rabia por la desaparición de estos dos galardones que situaban a Melilla en el panorama de la literatura hispánica. No tiene sentido alguno su desaparición.
El premio lo han ganado Luis Rosales, Felipe Benítez Reyes, Elsa López, Almudena Guzmán, Pablo García Baena, Luis Antonio de Villena, Clara Janés, Benjamín Prado, Luis Alberto de Cuenca, Miguel García de Posadas, Gioconda Belli, Antonio Lucas, Diana Bellessi, Loreto Sesma, Isabel Pérez Montalbán y tantos otros y otras, que son ilustres literatos-poetas de la lengua española.
Con la Beca “Miguel Fernández” se han descubierto panoramas infinitos a la interpretación literaria. Voy a destacar algunos nombres en este caso de mujeres extraordinarias, como Cristina Hernández Sultana Wahon, Rosa María Belda, Ana Riaño, María Payeras, Sonia Fernández, Araceli Iravedra, Nieves Muriel, María del Carmen Hoyos, Yolanda Soler, Itziar Pascual, María Luisa Fernández, etc. La mayoría de estas investigadoras-literarias son de Melilla. Yo diría que la literatura en Melilla tiene nombre de mujer.
Ya sé que el mundo literario no tiene el relumbrón de los deportes, pero estábamos en la Champions League literaria y ahora estamos en la Segunda División.
Señora consejera, sor Soberbia, ¿podría explicar por qué se ha cargado estas dos instituciones literarias en nuestra ciudad?
Otra observación: financia la “Cátedra Sefarad Melilla” con la Universidad de Granada, me parece bien, pero mejor me parecería si se llamara “Cátedra Sefarad Ana Riaño Melilla”. Esta gran investigadora de nuestra ciudad ha sido una de las grandes defensoras del mundo sefardí, con publicaciones como “La prosa histórica en lengua sefardí, “La primera versión sefardí de ´Memorat Hamaor´”, “Teatro hebreo contemporáneo” y un largo etcétera de esta doctora de la Universidad de Granada de lengua sefardí. Los pueblos que ignoran a sus antecesores tienden a desaparecer.
Posiblemente sea por su mucho trabajo como presidenta del Consejo de Administración de INMUSA que no tenga tiempo para reflexionar sobre una cultura sin adjetivos.
Encuestas opuestas
Recientemente han aparecido dos encuestas que se contraponen, la de GAD3 y la encargada por CPM. Si analizamos las dos, ninguna acierta, porque hay diferencias muy sustanciales de la realidad. Por ejemplo, no aparece SOMOS MELILLA, y creo que esta formación política joven y sin ataduras se va a sentar en la Asamblea el próximo 28 de mayo. Lo importante de las dos es que demuestran que a los ciudadanos nos gustan las “caenas”, como gritaban los partidarios de Fernando VII (el gran traidor a España) para que volviera al absolutismo frente al liberalismo de la PEPA, la Constitución de Cádiz de 1812.
No sé lo que pasará el 28 de mayo. Sí sé que entre las dos encuestas están escritos los resultados electorales con un apéndice.
El valor de ellas es que retroalimentan a los políticos del siglo pasado.
