El Coordinador territorial de Unión, Progreso y Democracia en Melilla, Emilio Guerra, en nota de prensa, se ha mostrado “preocupado” por la más que segura “estrategia de enfrentamiento” que los partidos mayoritarios de la ciudad –PP y CpM- pondrán en marcha de cara a las próximas elecciones generales, europeas y municipales. En UPYD llevan tiempo advirtiendo de “la radicalización peligrosa de los discursos políticos en Melilla”. No "vale todo" insisten, “para tratar de seguir o alcanzar el poder”, apelando la formación magenta a la “moderación y al sentido de la responsabilidad”.
Guerra, en un análisis general de la política melillense, interpreta que “se abre un interesante escenario” tras la convocatoria de elecciones generales el 28 abril, donde Melilla “tendrá otra oportunidad para progresar o caer en el continuismo”. A su juicio, la anunciada presencia de CpM, con candidaturas al Congreso y Senado, además de las de otras formaciones, “aportará un mayor abanico de opciones para los ciudadanos”. Para el dirigente magenta, es de vital importancia en los tiempos que se avecinan, “tener en las Cortes representantes dispuestos a defender los intereses locales por encima de los personales o los de su partido”.
UPYD reconoce, lo que califica de “brutal despliegue” de medios, que el gobierno Imbroda está llevando a cabo en la ciudad a meses vista de las elecciones. “Nunca fue tan intenso en tan corto espacio de tiempo” subrayan, interpretándolo como “una desesperada apuesta, porque las encuestan que barajan no son nada buenas”.
Emilio Guerra, se refirió también al “lamento” del presidente Imbroda en la Asamblea, cuando reprochó a los miembros de la oposición su “falta de unidad en temas de futuro”. El upedista, dijo que “tiene toda la razón el Presidente, pero solo en el titular para describir la realidad del momento, ya que las políticas de ciudad no se plasman de la noche a la mañana y, precisamente, desde el gobierno local nunca se han promovido iniciativas y consensos de ese tipo”.
Si España está en una situación de “clara vulnerabilidad” por su elevado endeudamiento económico e inestabilidad política, “ya se pueden imaginar Melilla” comentó Guerra, denunciando que “aquí seguimos mirando hacia otro lado”.
