Como reconocen expertos jurídicos, la condición de imputado, muchas veces dictada por el juez como garantía, es vista por la sociedad como sinónimo de culpable. Nada más lejos de la realidad. El titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Melilla, Emilio Lamo de Espinosa, ha imputado por un presunto delito de prevaricación al jefe de la Guardia Civil de Melilla, el coronel Ambrosio Martín Villaseñor, por unas supuestas 'devoluciones en caliente' de inmigrantes a Marruecos, que, según las organizaciones no gubernamentales que lo han denunciado, estaría contraviniendo la Ley de Extranjería. Una situación similar que también vive su segundo, el comandante Arturo Ortega Navas, en su caso por la presunta devolución de 21 inmigrantes que accedieron a Melilla en febrero de 2013 en dos coches 'kamikazes'.
Unas tesituras que han puesto en primera línea la forma de proceder de las fuerzas de seguridad: si es la correcta o no a la hora de afrontar las entradas irregulares de 'sin papeles'.
El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y el Gobierno de Melilla, a través de su portavoz Daniel Conesa, no han dudado en respaldar no sólo a los mandos de la Guardia Civil sino a los agentes de este cuerpo de seguridad y de la Policía Nacional que desarrollan su labor en la frontera.
Y es que, como ha subrayado Conesa, "es difícil comprender que en el aeropuerto Madrid-Barajas se rechace y devuelva a inmigrantes irregulares y en Melilla pueda ser delito hacerlo en la valla". Otro argumento que ha sostenido es el siguiente "A ver si algún juez me lo explica: si tenemos dos vallas y superando la primera ya se está en España, ¿para qué sirve entonces la segunda?" El portavoz del Ejecutivo que preside Juan José Imbroda ha destacado por último "mi apoyo a la ingrata labor que realizan en nuestras fronteras el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y la Guardia Civil. "Con todo respeto, discrepo de las decisiones de algunos jueces" ha apuntillado.
Por su parte, el ministro Jorge Fernández ha declarado desde Washington que "no tengo ninguna duda de que en todo momento tanto la Policía como la Guardia Civil están cumpliendo la ley" y, planteó que si atravesada la primera valla ya se estuviera en territorio nacional a todos los efectos y se tuviera que aplicar "a todos los efectos" la Ley de Extranjería, "¿entonces para qué se instaló la sirga tridimensional y la valla siguiente?" "Hay cosas que se responden desde el sentido común", agregó.
No obstante, la Justicia tendrá la última palabra pero hay que subrayar, como reconocen expertos, que la condición de imputado, muchas veces dictada por el juez como garantía, es vista por la sociedad como sinónimo de culpable. Nada más lejos de la realidad. La imputación no debe ser interpretada como una acusación formal. No es lo mismo estar imputado que haber sido acusado, situación que se producirá cuando el procedimiento penal se encuentre ya mucho más avanzado, añaden. A diferencia del imputado, el acusado se sentará en el banquillo, será juzgado como autor de un delito. De ahí que en numerosísimas ocasiones, la causa se archive para personas que habían prestado declaración como imputadas y éstas queden libres de sospecha.
