El presidente de la Ciudad Autónoma, Mustafa Aberchán, llamaba a los melillenses a manifestarse contra la moción de censura que le había presentado la oposición ya que entendía que era por motivos racistas. Aberchán animaba a los melillenses diciendo que “si creen que digo la verdad, que nos apoyen, y si creen que es demagogia, que se queden en sus casas”.
Pero los problemas políticos trascendían del Palacio de la Asamblea ya que la presidenta de la Cámara de Comercio y de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), Margarita López Almendáriz, hacía llegar a la clase política el malestar de los empresarios y hacía un “llamamiento a la sensatez y al sentido común personal y político de quienes han de gobernar a los melillenses”.