Yo pienso así, ¿qué quiere que le diga?

Aunque ya soy un poco mayor, tengo los ojos tan abiertos que creo que pasar de puntillas en la crecida del independentismo catalán, como lo ha hecho este Gobierno, es un fiasco. La verdad es que yo no tengo ninguna esperanza de que en España haya ninguna oferta o propuesta decente sobre el tema.

El PSOE tiene el plan del Estado Federal que yo, con mis escasas entendederas no entiendo muy bien qué es; el de Podemos es hacer un referéndum, y ver qué sale; el del PP, como siempre, en plan “tancredismo”, dejar las cosas como están y que se pudran; y el de Ciudadanos, recuperar algunas de las transferencias otorgadas por el Estado, algo así como: “Y como la pelota es mía, me la llevo, así que te jodes”. Por eso asistir al independentismo catalán, de tan hondo calado, como lo pudiera ser en un hipotético futuro, para el país, creo que sería un gran fracaso histórico.

Por otra parte creo que Rajoy no puede mirar a la cara a los españoles por su rosario de incumplimientos, y mentiras. Con un ministro de Hacienda, creyéndose que es el “genio de la lámpara”, pero los que no pagaban, siguen sin pagar. Con su ministro Soria, que el pobre se hizo “la picha un lío”, expresándose y actuando con la torpeza de creerse que los demás somos imbéciles, pienso que éste no es que no pudiera ser ministro, sino tampoco bedel de su ministerio.

También creo que la repetición de las Elecciones es un fracaso de todos los partidos; y lo digo porque España lleva esperando un buen proyecto desde hace mucho tiempo. Después de tantos meses del 20D, los españoles podemos deducir que el PP tiene unas tragaderas, que muy bien le puede entrar el AVE, cargado de todos los “chorizos” que se va encontrando a su paso por Valencia, Madrid y Galicia, por nombrar a alguna región; y el PSOE errabundo con su maleta incompleta de soluciones, y deserciones. Podemos, con sus “coletazos” y su extraña, porque extraña lo ha sido y de cojones, pinza de maridaje con la “derechona”, o “perro del hortelano”, ha defraudado un montón; mayormente porque se esperaba que su dirigente, con sus andares de pistolero del Oeste por los pasillos del Congreso, no repartiera cal viva a diestro y siniestro, y fuera más modesto en sus declaraciones, y peticiones de sillones. Y Ciudadanos, la marca blanca del PP, que suele ser más barata, yo lo veo como un soldado en tierra de nadie, acojonado y con el fusil sin balas, esquivando las de unos y de otros, y despreciado por los de su marca oficial, por haberse aliado con los rojos, que al final para comerse un pimiento verde y picante. Claro que hay que reconocer, y no me negarán, que el que más esfuerzo ha hecho, ha sido Pedro aliándose con éstos peperos descafeinados.

No sé ustedes, pero yo creo que Pedro o Mariano, o están en el Gobierno, o evidentemente ya son dos cadáveres políticos. A ambos les ha faltado grandeza y generosidad, o cojones, claro, para liderar un proyecto de ilusión para los ciudadanos. Yo recuerdo al fallecido Suárez, de Presidente, cuando mandó cuadrarse a un oficial del Ejército que le desdeñó el reglamentario saludo protocolario. Entonces en España existía una vibración de hacer algo nuevo por el País, como en los primeros gobiernos de Felipe, donde se hablaba de afianzar la democracia, y hacerla como la que ya existía en los países de nuestro entorno. Éste nos metió en Europa, y en algo modernizó el país; Aznar impulsó la homologación con Maastrich (euro), aunque luego con la foto de las Azores, y las armas de deestrucción masiva, la cagó; Zapatero, a trancas y barrancas, conquistó con sus leyes muchos derechos que ansiábamos los ciudadanos. Pero ahora, de golpe y porrazo, nos encontramos en un apagamiento y apatía, por parte de nuestros políticos, discutiendo de galgos y podencos, haciendo cábalas de sumas y restas, rayas rojas, que si ganas y pierdes, como si esto fuera una competición de bailoteo, para saber qué pareja es la más bailonga, cuando todos sabemos que la verdadera orquesta es el Estado, con los finos acordes de los ciudadanos; aunque a ellos, la verdad, y lo hemos comprobado, les importa una mierda los tremendos problemas que existen. España ahora necesita un fuerte volantazo hacia la modernización, venga de donde venga. Tenemos unos partidos apolillados por la corrupción, un Estado con la estructura envejecida, y los partidos emergentes, ya nos parecen ancianos. Las propuestas de ellos, las observamos tan flojas y achatadas, tan egoístas y partidistas, que a muchos nos han resultado decepcionantes, y como diría el castizo: “Se han cagado en el chocho como las vacas”. Pues ya saben: que se lo vayan lavando en las urnas, pero con jabón azul “El Lagarto”, que es más barato. Lo digo por el ahorro.

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