- A ti lo que te pierde es que crees saberlo todo.
- No. Estás equivocado. Yo no creo saberlo todo. Yo lo que creo es que los demás no saben nada.
- Y eso lo has aprendido tu solito.
- No. Eso me lo ha enseñado un presidente.
- ¿Un presidente?… ¿Qué presidente?
- Uno. De los muchos que hay. Hoy hay más presidentes que presididos.
- A mi me extraña que eso te lo haya enseñado un presidente.
- Y a mi también. Porque un presidente, no está para enseñar y sí para aprender. Y más ahora que cualquiera es presidente.
- No digas eso.
- Si digo lo otro, puedo tener problemas.
- ¿Problemas?
- Problemas. Como los que tuvo el otro día mi vecino Paquito Cachorro que le preguntaron si sabía cómo se llamaba la diputada y la senadora de Melilla.
- ¿Y qué contestó?
- Pues contestó: “De la “diputaesa” no caigo, pero la “sanadora” sé que se llama Carlos Nosequé”.
- ¿Y qué?
- ¿Y qué? Que el muchacho había votado al Pepe, como el dice, así que tú me dirás.
- Que yo te diré… ¿Qué te tengo yo que decir?
- Pues me tienes que decir ¿Qué vota esta gente?..¿A quién vota?
- Pues vota a un partido. Lógico.
- ¿Lógico? ¿Un partido está compuesto de ladrillos o de personas?
- No te sulfures. Que enseguida te sulfuras. Un partido está compuesto de personas, pero, entre esas personas hay una que sobresale, y esa es la representación del partido y en la cual la gente se fija y se confía y da su voto. ¿Comprendes?
- Comprendo, pero no porque sea comprensible. Y no lo es, por que, por esa regla de tres, a santo de que se hacen elecciones.
- ¡Joder! Pues sí que eres duro de mollera. Se hacen elecciones, porque estamos en un sistema democrático, donde la voluntad popular prevalece, se hace visible y se representa.
- ¡Y una leche! ¡Quien ha nombrado a esas señoras o señoritas que las conocerán en sus casas a la hora de comer! ¿Quién? ¿El pueblo como tú dices? Si la mayoría de la gente no sabe ni como se llaman, como van a saber, que es lo que quieren, quienes son, que van a hacer. Que preparación tienen… Así pasa lo que pasa. Se van al Congreso o al Senado, se sientan. Se dan importancia con la maletilla o la cartera que le dan. Trincan el sueldo Cuando el pastor del rebaño dice: ¡No! Ellas dicen: ¡No! Y así se defiende el cotarro. La voz de su amo. Porque es un “presidente” quien le ha “regalado” el cargo…. ¿El pueblo? ¿Qué pueblo? Si el PUEBLO n o sabe siquiera donde esta ni para que esta….Aquí hay un puñao de “listillos” que se han “montao” un negocio a costa del dinero público que no te quiero contar…
- Venga hombre ¡Venga!
- ¿Cómo que venga? ¿Venga de qué?.. ¡Que se vayan… Coño! ¡Que se vayan!
- O sea, que por lo que se ve tú no quieres la democracia. ¿No?
- Precisamente porque quiero la Democracia hablo así. Pero tú lo has dicho muy bien…”por lo que se ve “No la quiero. Porque esto, de “democracia” solo tiene la etiqueta, como los remedios de los charlatanes de feria. Pero dentro del envase,…agüita y no clara. ¡Y no clara¡ ..O si no, fíjate como está el patio
- Buenos días y buenas sopas sin hondas
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¿Y usted qué sabe?