Desde que Sánchez consiguió la presidencia del gobierno los españoles sufrimos claramente una realidad política inquietante que debilita la seguridad jurídica de los ciudadanos, las familias y las instituciones. Efectivamente, para Sanchez ocupar el poder justifica los medios y los socialistas, los comunistas y los separatistas con sus votos y los 7…configuran un magma al que no importa infringir la Constitución que fija los límites del poder. Con ellos no van las reglas del juego. Basta comprobar la intervención pública inútil y contraproducente en los contratos de alquiler de las viviendas (plazo, precio, área…), o la Ley Trans que enloquece a alguna familia, o la ley llamada del sí es sí, que ha producido el efecto contrario al pretendido, o la OPA del BBV sobre el Banco Sabadell en la que el gobierno ha impuesto arbitrarias condiciones, por razones indeterminadas de “interés público” que han motivado un expediente de infracción de la Comisión europea por no respetar la libertad de circulación de capitales en la UE. Además, el gobierno no desiste en su intención de reducir la función legislativa que le corresponde al Parlamento, de su interés para someter a la Justicia a su voluntad y para convertir a los medios de comunicación en el puro eco de sus palabras. Es el método socialista: controlar arbitrariamente la vida, la propiedad y las relaciones de los ciudadanos y ahora, de paso, cambiar el modelo constitucional por la vía de hecho sin proponer la reforma de la Constitución.
La Constitución de 1978 fue redactada para la reconciliación y facilitar la convivencia; fue votado por la gran mayoría del pueblo español; pero Sánchez para conseguir el apoyo imprescindible de esas minorías tensa la cuerda lo que haga falta. No le preocupa vulnerar la Constitución y ha conseguido desquiciar el orden político y parlamentario porque cuenta con el seguro… de incumplimiento que le otorga la composición del Tribunal Constitucional.
Hay dos temas muy peligrosos pendientes. El primero es la reprochable prórroga de los Presupuestos Generales del Estado; el gobierno ni siquiera se atreve a presentar en el Congreso el proyecto de ley de presupuestos. Solo por eso, deberían convocarse elecciones generales. España mantiene los presupuestos de 2023 que ya se han prorrogado para 2024 y 2025. Esto es inadmisible en una democracia porque burla las competencias del poder legislativo para debatir las cuentas públicas y exigir la rendición de cuentas. Ahora, además, las cuentas deben ser ajustadas por el presupuesto comprometido con la OTAN para rearme. El Senado debe buscar la fórmula legal para evitar esta vergonzosa burla competencial.
El segundo, es otro intento claramente inconstitucional pendiente de convertirse en proyecto de ley, que dañaría gravemente la financiación de las Comunidades Autónomas. El 14 de julio pactaron el gobierno de España y el de Cataluña (trae causa del pacto político entre particulares, PSC y ERC para la investidura del socialista Illa como presidente de la Generalidad) preparar un proyecto de ley de financiación “singular” para Cataluña, es decir, de un Concierto Fiscal y pago al Estado de un Cupo. El Concierto implicaría que la Generalidad asuma la gestión, inspección y recaudación de todos los impuestos del Estado. Sería inconstitucional porque viola los arts. 2, 138 y 139 de la CE. Este pacto es el pago de Sanchez a los votos de los separatistas y es una aberración jurídica y económica porque rompe el modelo de relación entre autonomía y solidaridad fiscal entre territorios. Esperamos que la fuerte oposición del conjunto de Comunidades Autónomas o incluso alguna votación en el Congreso, frustre este pacto, que reduciría los recursos de los territorios para atender sanidad, educación y dependencia al quedarse casi todo en las arcas catalanas.
España, va rumbo a la dictadura de Sánchez. Está gestionada sin responsabilidad, sin prudencia, sin la lógica de la gestión pública dirigida al bien común de los españoles. Dicho claramente: España está siendo mal gobernada.
El presidente únicamente aspira a seguir en el poder, caiga quien caiga, caiga la Constitución o la Nación, porque está desesperado por eludir el cerco judicial que lo tiene atrapado por las múltiples actividades irregulares de personas de su familia, conmilitones del partido y algunos serviles altos cargos.
(*Carlos Entrena es melillense y presidente del Club Liberal Español)
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Volar la Constitución por 7 votos
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