Carta del Editor MH, 18/12/2024
Enrique Bohórquez López-Dóriga
A corto plazo el cambio, de haberlo, es apenas aprehensible para los ciudadanos que viven el día a día y todos los días en una ciudad. Hablo de “cambio” en el sentido de “transformación, conversión, variación, mutación, metamorfosis, modificación, transmutación, alteración, reforma, mudanza, renovación”, como lo define la RAE.
¿Qué opinan los que nos visitan, incluyendo los que vivieron aquí y se fueron hace años? Pues opinan que Melilla ha mejorado mucho, que está más limpia, que los melillenses son -en general- extraordinariamente amables, que la ciudad es una joya arquitectónica llena de historia
¿Ha cambiado Melilla en los últimos años? Entre los que vivimos aquí quizás predomine la idea de que Melilla ha cambiado muy poco y más para mal que para bien. Pero: ¿qué opinan los que nos visitan, incluyendo los que vivieron aquí y se fueron hace años? Pues resulta que opinan todo lo contrario: que Melilla ha mejorado mucho, que está más limpia, que los melillenses son -en general- extraordinariamente amables, que la ciudad es una joya arquitectónica llena de historia… y así una larga lista de alabanzas, como he tenido ocasión de comprobar -de nuevo- en una numerosa visita de familiares y amigos que han venido a nuestra ciudad durante estos últimos días a festejar la toma de posesión en sus nuevos cargos de distintos coroneles, el melillense Carlos Asensi entre ellos.
En la toma de posesión de Carlos Asensi -marido de mi hija Ana, que fuera directora del MELILLA HOY durante tres años, suficientes, en su caso, para crear y consolidar una larga y valiosa lista de amigas y amigos- tuve ocasión de conocer, verle en acción y hablar con el actual Comandante General de Melilla, Luis Cortés Delgado, que me causó una extraordinaria impresión. Desde el punto de vista militar, tan importante para Melilla, estamos en muy buenas manos, lo que es una muy buena noticia para los melillenses.
El actual Comandante General de Melilla, Luis Cortés Delgado, me causó una extraordinaria impresión. Desde el punto de vista militar, tan importante para Melilla, estamos en muy buenas manos
Hay en nuestra ciudad otro militar, personalmente muy valioso, que ahora es Senador por Melilla. Me refiero al que fuera Comandante General, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu. Estoy seguro de que como militar fue muy firme, pero como político, como senador de una ciudad, Melilla, que está en una situación general crítica, no le veo -y lo siento- demasiado firme, lo suficientemente claro. Cito, a modo de ejemplo, lo que escribió/publicamos el sábado pasado, en su columna “Dos ciudades españolas”, en las que creía que iba a manifestarse, con total firmeza y absoluta claridad, a favor de que Melilla y Ceuta sean la 18ª Autonomía de España, pero no, lo que escribió fue: “Es preciso insistir en la necesidad de materializar de manera visible la implicación de la Administración General del Estado en la resolución de los problemas que la naturaleza fronteriza de ambas ciudades y la adopción de determinadas decisiones por parte de Marruecos tienen en el desarrollo de sus modelos de sostenibilidad comercial, económica y social”.
“Insistiendo en la necesidad de materializar de manera visible”, una frase de fiereza etérea, por decirlo con delicadeza, ¿se va a conseguir la “sostenibilidad comercial, económica y social” de Melilla. Creo que no. O, para no pecar de escurridizo: estoy absolutamente seguro de que, así, no.
La mentira – misiles y túneles, ineptitud y demagogia, bajas laborales falsas, más burocracia- no nos hará libres, sino todo lo contrario
Gonzalo Fernández: El verdadero apoyo al pueblo palestino debe centrarse en mejorar sus condiciones de vida, garantizar sus derechos y promover una solución política justa y sostenible. Sin embargo, mientras la causa siga siendo instrumentalizada por actores con intereses ajenos, la paz en la región seguirá siendo un objetivo lejano. Los misiles y los túneles nunca van a dar de comer a los palestinos.
Miguel Platón: Lo que caracteriza al sanchismo (en dos palabras): ineptitud y demagogia.
Redacción M: Pedir una baja laboral no será tan sencillo: la Seguridad Social endurece las condiciones para dejar de trabajar. Las empresas melillenses se quejan de los altos costes que suponen las cada vez más numerosas “bajas falsas”
EB (o sea, yo): Es aún peor la dictadura de la burocracia que la dictadura de un identificado dictador. Menos burocracia y más músculo. Un Elon Musk melillense.
Y una síntesis final: la mentira – misiles y túneles, ineptitud y demagogia, bajas laborales falsas, más burocracia- no nos hará libres, sino todo lo contrario. Sócrates dijo que el conocimiento nos hará libres. Es más que conveniente saber, leer y conocer. Y ser conscientes de que la libertad no puede darse, no es un legado; solo las personas pueden ser libres.
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