Víctima de las adversidades

El duelo de necesidades se saldó con una derrota para el Melilla, que ve como la Balona le supera en la clasificación. Los pupilos que dirige Fernando Currás viajaban a La Línea de la Concepción con la intención de sacar algo positivo, a pesar de las bajas y los jugadores 'tocados' con los que afrontaba el choque ante los balonos. No obstante, el cuadro blanquinegro supo aprovechar una pena máxima y la expulsión del jugador melillense David Sánchez para aguantar el 2-1 y sumar su segunda victoria de la temporada ante un Melilla al que una vez más le faltó una pizca de ambición y también de fortuna.

El inicio del partido se tiñó de color local. Los azulinos saltaron al terreno de juego muy enchufados y no tardaron en protagonizar los primeros acercamientos a las inmediaciones de Mateo, aunque sin poder concretar las oportunidades. Sin embargo, pasados los primeros diez minutos, la efervescencia melillense se fue diluyendo y las fuerzas se empezaron a igualar, sobre todo en el centro del campo, donde la Balona empezó a tener presencia y a jugar a un ritmo bastante alto.

Así, el juego se enzarzó en una lucha en la zona ancha, que sería la tónica dominante de la primera mitad. El primer disparo del partido cayó del lado linense al cuarto de hora de juego con un chut desde unos veinticinco metros de Zamorano que se marchó por encima del larguero por muy poco.

El gol espoleó a los blanquinegros, que ganaron en confianza y, a pesar de la igualdad entre ambos en líneas generales, los pupilos de Rafa Escobar fueron los únicos capaces de filtrarse esporádicamente entre la línea defensiva final y crear cierto peligro sobre la portería de Dani Barrio, aunque sin tener ocasiones claras.

Pasada la media hora de juego, Carlos Guerra probó suerte desde la frontal, pero su disparo se marchó fuera por la izquierda de la portería de los melillenses. Ello espoleó a la grada, que empezó a animar efusivamente a los suyos y, al filo del descanso, llegó la peor noticia para los azulinos. La Balompédica botó un córner que Joe remató y el despeje del guardameta Dani Barrio lo cazó Espinar que no perdonó.

La segunda parte no pudo empezar mejor para un Melilla que volvió a empezar mejor que su rival. Primero el guardameta local Mateo tuvo que salvar a los suyos en un mano a mano con Nacho Aznar y, tan sólo ocho minutos después, llegaba el empate melillense. David Sánchez con un libre directo empataba el partido.

El gol en contra no amedrentó a una Balona que se lanzó en busca del segundo gol. En el minuto cincuenta y seis, Juampe lo intentaba pero Dani Barrio, muy atento, bloqueaba el balón y dos minutos después llegaba la jugada clave del partido que terminaría por ser determinante para su desenlace.

El colegiado señalaba penalti a favor de la Balompédica Linense y expulsaba a David Sánchez. Espinar no fallaba desde los once metros y colocaba a los andaluces de nuevo por delante en el marcador y poniendo el partido muy cuesta arriba para los melillenses.

Con la expulsión y el gol en contra, Fernando Currás se vio obligado a mover el banquillo para reordenar a los suyos y dar algo de oxígeno a los suyos. A pesar de jugar con uno menos, la intensidad del Melilla no bajó aunque, sin embargo, los andaluces bien plantados sobre el terreno de juego se antojaban imposibles de superar porque aprovechaban su superioridad numérica para cerrar todos los espacios a los jugadores de Curras, que tenían quue llevar a cabo un gran desgaste para poder llegar al área de la Balompédica.

Pudo sentenciar el partido Mauri en el minuto ochenta y dos para la Balona, al cabecear fuera por muy poco un centro de Javi Gallardo, en el que al punta balono sólo le faltó un poco más de precisión. El tramo final de partido fue un querer y no poder de un Melilla que vio como el tiempo se escurrió sin que llegara ni una sola ocasión para, al menos, intentar el empate en un partido en el que remó con el viento en contra y en el que lo dio todo, pero sin suerte.

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