Una veintena de inmigrantes de origen subsahariano entraron ayer de madrugada a Melilla de forma irregular en el segundo salto a la valla fronteriza entre España y Marruecos en la ciudad autónoma que se registra en apenas 48 horas. Según informó la Delegación del Gobierno en Melilla, este intento de entrada irregular se produjo sobre las 4.15 horas de ayer, cuando la Guardia Civil detectó un grupo de más de un centenar de subsaharianos que se aproximaban a la carrera por la zona comprendida entre Barrio Chino y Beni Enzar.
Ello obligó a activar el dispositivo anti-intrusión, formado por la Guardia Civil en colaboración con la Policía Nacional y la Policía Local, y que contó, según la Delegación del Gobierno, con la colaboración activa de las fuerzas de seguridad marroquíes al otro lado del perímetro fronterizo para contener el salto.
Según el organismo gubernamental, los inmigrantes que integraban el grupo portaban garfios, barras y palos y lanzaron piedras a los agentes marroquíes y españoles que trataban de impedir que saltaran la valla.
Dos agentes de la Guardia Civil resultaron heridos leves y causaron baja para el servicio como consecuencia de la contención del salto.
La Delegación del Gobierno cifra en una veintena los subsaharianos que lograron acceder a Melilla, los cuales se dirigieron a la carrera al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), lugar donde pasarán la cuarentena en las dependencias que se han habilitado para ello.
Se trata del segundo salto a la valla de Melilla que se registra en dos días, después del que tuvo lugar en la madrugada del lunes, cuando más de 200 subsaharianos trataron de acceder de manera irregular por el mismo punto donde se ha producido el de este miércoles, y finalmente consiguieron su propósito 119.
Tras aquel intento de entrada, que se saldó con cinco agentes de la Guardia Civil heridos, la asociación de la Guardia Civil Jucil exigió medios materiales, humanos y legales para frenar la inmigración irregular en la valla de Melilla y alertó de “los numerosos fallos de seguridad” que, según dijo, existen en la valla de Melilla.
Jucil se refirió a la eliminación de las concertinas y su sustitución por unos barrotes, los denominados peines invertidos instalados por el Ministerio del Interior en los últimos meses, un sistema que, según la asociación profesional del instituto armado, «es fácilmente superable por parte de los inmigrantes que pretenden entrar de forma irregular en España».
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Me pregunto, por si alguien tiene la respuesta, si a los africanos que saltan la valla de Melilla con tal violencia y agrediendo a miembros de la GC y de la PN también se les va a aplicar el artículo 510 del CP español en donde se recogen los delitos de odio, racismo y xenofobia. Seguro que si los agentes se extralimitaran dando palos a todo lo que se mueve ya habría alguna asociación que casualmente pasaba por allí e inmediatamente tomara fotos de la extralimitación de los agentes. No sé por qué pero ahora recuerdo a una de nombre Prodeni cuyo representante siempre anda cerca de la valla con la cámara en ristre cuando hay un intento de entrada. En resumen, ¿se les va a aplicar a estos violadores de fronteras el citado articulo 510 del CP por delitos de odio, racismo y xenofobia. Y por delito de agresión a miembros de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado. Se esperan respuestas.