Una quincena de incidencias y una familia desalojada por otro seísmo de 5.2º de madrugada

Muchos melillenses despertaron ayer, una vez más, mucho antes de lo que hubieran deseado por culpa de un nuevo temblor de tierra. Como en otras ocasiones, el seísmo, de magnitud 5.2 grados, tuvo su epicentro en el Mar de Alborán y se produjo de madrugada, concretamente a las 5.40 horas. Este movimiento de tierra complicó la jornada a los Bomberos, que tuvieron que hacer una quincena de actuaciones, la mayoría saneamientos. Una familia tuvo que ser desalojada. Según informaron a MELILLA HOY fuentes del Cuerpo de Bomberos, fue necesario proceder al desalojo debido al mal estado del techo de la vivienda, ubicada en el Monte María Cristina.

Otras de las zonas más afectadas por el temblor de ayer fue el centro, donde el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento tuvo que realizar algunos saneamientos de fachadas por caídas de cascotes y aparición de grietas, aunque la mayoría apenas revistió gravedad. Algunos de los inmuebles afectados estaban ubicados en la Plaza Torres Quevedo y la Avenida Juan Carlos Rey.

Los Bomberos también llevaron a cabo un apuntalamiento y actuó en alguna vivienda por caída de techos de escayola.

Disparidad de criterios
El terremoto de ayer sobresaltó a la población en la habitual franja de la cinco de la madrugada y, como en otras ocasiones, causó numerosas llamadas de ciudadanos alarmados al Servicio de Emergencias 112.

Pero el seísmo de ayer también vino con cierto debate debido a la disparidad de criterios entre organismos geológicos oficiales para cuantificar su magnitud. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) cifró la magnitud en 5.2 grados, cuatro décimas por encima de lo que había calculado inicialmente. Sin embargo, el Servicio Geológico de EEUU (USGS) informó de que el seísmo había sido de 5.6 grados y que estaba localizado a 63 kilómetros de Alhucemas y a 79 de Melilla.

Más de 2.000 réplicas
Como siempre que se produce un temblor percibido por la población, las réplicas fueron muy numerosas. Hasta el cierre de esta edición, se contabilizaron cerca de 60 réplicas, seis de ellas por encima de los tres grados de magnitud. El ciclo sísmico que empezó en Alborán en enero supera ya las 2.000 réplicas, según el IGN.

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