No están todos, pero las ausencias se rellenan con cariño y añoranza. Villancicos a medio cantar porque se olvidan las letras o porque el nudo en la garganta acalla voces, pero no así las sonrisas, los abrazos cálidos, los besos, los te quiero. Faltan muchos en la foto, por compromisos y cuestiones laborales, pero están presentes en bocas de todos, como también lo están los más grandes, ese padre y esa madre que incultaron amor, resistencia y fortaleza ante la adversidad. Ellos fueron los que hicieron de la Navidad algo mágico, y de su hogar, un hogar cálido en el que sentirse seguro y sobre todo, amado. Aquí está sólo una parte de la familia Andújar Martín, pero no están solos. No están todos, pero las ausencias se rellenan con cariño y añoranza. Villancicos a medio cantar porque se olvidan las letras o porque el nudo en la garganta acalla voces, pero no así las sonrisas, los abrazos cálidos, los besos, los te quiero. Faltan muchos en la foto, por compromisos y cuestiones laborales, pero están presentes en bocas de todos, como también lo están los más grandes, ese padre y esa madre que incultaron amor, resistencia y fortaleza ante la adversidad. Ellos fueron los que hicieron de la Navidad algo mágico, y de su hogar, un hogar cálido en el que sentirse seguro y sobre todo, amado. Aquí está sólo una parte de la familia Andújar Martín, pero no están solos.
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Una Navidad para compartir con los seres queridos