Lidia Hernández Rueda recibió ayer, en la parroquia de San Francisco Javier, su primera comunión, un momento trascendente por el que se incorpora a la gran familia de Cristo. La preciosa ninfa tuvo ocasión, al término de la ceremonia, de poder celebrar este día tan especial rodeada de amigos y familiares, en especial de unos orgullosísimos padres para los que este día será algo inolvidable por muchos motivos. Lidia, motivo de orgullo para todos, muchas felicidades preciosa.
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Una felicísima Lidia, en el día de su primera comunión