Una melillense ha denunciado que su hijo, militar de 28 años, ayer hizo cinco días que acudió a la Clínica Rusadir con 38’5ºC de fiebre. Allí le mandaron una prueba PCR “urgente” y a pesar de esa urgencia y de la medicación que el médico le recetó, a día de hoy continúa con la misma fiebre y sin conocer los resultados de la prueba, conviviendo además con otras cuatro personas, una de ellas asmática.
Según explica, una vez que el médico vio a su hijo y le mandó la prueba PCR de forma urgente, no fue hasta el pasado lunes, a las 10:30 horas, cuando se la hicieron.En este sentido, ha querido denunciar públicamente la burocracia administrativa impuesta por la compañía privada, que es la que le corresponde a su hijo, al no haber tenido miramientos en plena ola de COVID, donde han dejando al joven sin esa tramitación urgente que requiere el estado en el que se encuentra y al que le exigieron previamente una autorización y una cita para que pudieran realizarle dicha prueba PCR. Asegura además, que le indicaron que los resultados estarían disponibles sobre las 24 o 48 horas y que, hasta ayer miércoles, aún no los tenían, momento en el que se volvió a poner en contacto con la clínica, que le dijo en esta ocasión, que estarían por la tarde.
“¡Es increíble! Mi hijo, 5 días con una fiebre alta, todos en casa con mascarillas, algunos tosiendo con miedo de poder tenerlo, pues hay un miembro de la familia con asma. La situación es angustiosa!”, declaró.
