Un hombre se enfrenta a una posible pena de 9 meses de cárcel por empujar a un policía

Un joven marroquí, acusado de resistencia grave por propinar un empujón a un agente de Policía en el paso fronterizo de Beni Enzar, se enfrenta a una pena de 9 meses de prisión. Durante el juicio, el acusado negó que el empujón tuviera como objetivo dañar al agente, y denunció un trato excesivamente duro en la frontera. El pasado 26 de junio sobre las 17:15, un joven marroquí se disponía a acceder a nuestra ciudad por el paso fronterizo de Beni Enzar cuando, al llegar al puesto de control documental de la Policía Nacional, el agente encargado de revisar los documentos se percató de que existían discrepancias entre el pasaporte y el permiso de residencia que el joven le había entregado; “los datos no coincidían y consideré que estaba ante un caso de falsedad documental”, afirmó el agente.
Según la versión sostenida por la Fiscalía, el agente salió de su garita y pidió al joven (quien hablaba perfectamente español) que le acompañara a las dependencias policiales del puesto fronterizo, a fin de trasladarle el problema al jefe de frontera -su superior-. El agente cogió del brazo al joven y lo guió al interior, pero el acusado comenzó a ponerse “extremadamente violento”, hasta el punto en que, llegado cierto momento, se zafó del agente y presuntamente le dio “un fuerte empujón” en el pecho con los dos brazos; “tuve suerte, porque justo detrás de mi había un bloque de hormigón, a la altura de las rodillas, y si me hubiera caído me podría haber desnucado”. Después del citado empujón, un compañero del agente agredido intervino para reducir y detener al joven marroquí, que no presentó resistencia y estuvo “calmado”.
Según el acusado, quien en un principio no quiso declarar, pero terminó haciéndolo durante su derecho a la última palabra (tras visionar las grabaciones del suceso), únicamente se limitó a recriminarle al agente que le iba a romper la camiseta del agarrón. Afirmó que quiso zafarse del agarre y que el agente le cogió del cuello y lo trató con agresividad, hasta el punto de romperle la camiseta y una riñonera que llevaba. Además, denunció que lo trataron con excesiva dureza; “hoy vas a dormir en el calabozo, por chulo”, llegaron a decirle.
El Ministerio Fiscal interesó para el acusado la imposición de una pena de 9 meses de prisión por un delito de resistencia grave a la autoridad, si bien no se opuso a una posible suspensión del ingreso en prisión del joven en caso de ser condenado, debido a que carece de antecedentes penales.
La defensa interesó la libre absolución del acusado afirmando que no se podía apreciar violencia alguna y que el forcejeo que provocó la denuncia iba dirigido a que el agente dejase de agarrarlo, no a causar daño alguno, y además no tuvo consecuencias. “Como mucho se podría hablar de un delito de resistencia leve”, concluyó el letrado.

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