La investigación, de cuatro meses, empezó a raíz de la denuncia de uno de los trabajadores, que sufrió un grave accidente laboral mientras trabajaba ilegalmente para el empresario, que se desentendió de él
La Policía Nacional ha detenido en Melilla a cuatro hombres, uno de ellos empresario, como presuntos autores de varios delitos contra los derechos de los trabajadores, ya que supuestamente explotaban a obreros a los que pagaban 300 euros al mes por jornadas laborales de más de 10 horas diarias sin contrato. En una nota de prensa, la Jefatura Superior de Policía de Melilla ha informado de que estas cuatro detenciones culminaron una investigación de cuatro meses, a raíz de la denuncia de uno de los trabajadores, que sufrió un grave accidente laboral mientras trabajaba ilegalmente para un empresario de la construcción.
Este albañil, un ciudadano marroquí en situación administrativa irregular, comunicó en junio que, tras sufrir el accidente, fue coaccionado por el empresario para el que trabajaba para que no revelase la verdad acerca de su lesión cuando fuese preguntado durante su asistencia facultativa.
Además, aseguró que el empresario se desentendió de su situación cuando salió del hospital.
Tras la denuncia, la Policía pudo averiguar que el empresario empleaba de forma continua a trabajadores en diferentes obras, cuatro de los cuales, en situación irregular, fueron identificados por la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) en colaboración con personal de la Inspección de Trabajo de Melilla.
Rotonda de Las Palmeras
Las declaraciones de estas víctimas, que trabajaban bajo la tutela de otro de los detenidos, permitieron constatar que el empresario detenido captaba a los trabajadores mediante un empleado de su confianza de entre las personas que diariamente se dan cita en la rotonda de las Palmeras a la espera de ser empleados para la realización de trabajos de albañilería y menaje.
También se valían de residentes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), por lo que la Policía procedió a la detención del captador de los trabajadores.
Como medida de seguridad, el empresario aleccionaba a los trabajadores irregulares para que diesen datos de filiación falsos, incluso los de su propio hijo, en caso de ser abordados durante su jornada laboral por las autoridades policiales o de la Inspección de Trabajo, con la finalidad de evitar las consecuencias de estas contrataciones irregulares.
El empresario y sus tres personas de confianza, todos ellos varones de nacionalidad española, fueron detenidos el pasado 26 de octubre como presuntos autores de varios delitos contra los derechos de los trabajadores.
Según ha informado la Policía Nacional, las condiciones laborales que el empresario detenido y sus tres personas de confianza imponían a los trabajadores víctimas de la explotación a las que supuestamente los sometían comprendían horarios de lunes a viernes de más de diez horas, y el sábado de 8:00 a 14:00 horas, sin mediar contrato de trabajo, adscripción a la Seguridad Social, ni ningún otro derecho reconocido legal y constitucionalmente en España, cobrando por ello 300 euros mensuales.
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