La organización empleaba como testaferros de las embarcaciones a personas que se prestaban a figurar como titulares a cambio de una compensación económica para evitar que la investigación pudiera llegar a miembros destacados
La Policía Nacional ha detenido en Melilla a tres individuos de una organización criminal que logró introducir en la ciudad autónoma a 11 marroquíes de manera irregular a bordo de dos embarcaciones de recreo de matrícula española.
En una nota de prensa, la Jefatura Superior de Policía de Melilla ha informado de que esta red dedicada al fomento de la inmigración clandestina operaba entre Marruecos y Melilla y estas detenciones son fruto de una investigación que se remonta al mes de octubre del año pasado.
En aquel momento, la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) detectó la presencia de tres individuos que estaban atracando una embarcación en el puerto deportivo, a los que identificó y encontró entre sus pertenencias la documentación de otro barco de recreo que estaba a nombre de una cuarta persona ausente en ese momento.
Gestiones policiales permitieron averiguar que esa segunda embarcación se encontraba en Marruecos desde hacía algún tiempo, presumiblemente siendo preparada para la comisión de fines ilícitos.
Esa sospecha se confirmó cuando la embarcación arribó a la costa de Melilla, a mediados de noviembre del pasado año, con ocho ciudadanos marroquíes a bordo en situación administrativa irregular.
Días más tarde, la primera embarcación llegó al litoral melillense con otros tres súbditos marroquíes, también se manera irregular, actuación de la que se hizo cargo la Guardia Civil, que detuvo al patrón.
Testaferros
La investigación permitió determinar la relación entre ambos hechos, que culminó con la detención de los testaferros de ambas embarcaciones, personas en ambos casos que no participaban en la realización material del delito, pero que se prestaban a figurar como titulares de las embarcaciones a cambio de una compensación económica.
De ese modo, la red criminal evitaba que la investigación alcanzara a miembros de mayor relevancia en su organigrama.
Uno de los detenidos fue captado como testaferro por una persona, que también ha sido detenida, que aprovechó su fuerte adicción a las sustancias estupefacientes para que ejerciera como tal a cambio de una pequeña suma de dinero, que nunca llegó a recibir en su totalidad.
Según la Policía, este modus operandi responde al habitual de las mafias asentadas a uno y otro lado de la frontera, cuya actividad se ha incrementado desde el cierre fronterizo motivado por la pandemia sanitaria del año 2020.
