Teniente Coronel D. José Miguel Soriano Herrero (Un gran Soldado de España)

La familia Regular está de luto. El pasado jueves día 14 de diciembre nos dejaba, rodeado del inmenso cariño de su familia, el Teniente Coronel de Infantería, D. José Miguel Soriano Herrero. Nuestro querido “Hermano Regular” falleció a los 77 años en la ciudad de Málaga, tras unos días en los que su vida se fue apagando lentamente, junto a sus seres más queridos; su esposa, Mª de los Dolores e hijos Miguel, José y María Teresa, Hijos políticos, nietos y resto de familiares y amigos.
Nacido en Salinas de Pisuerga, (pequeño municipio palentino casi limítrofe con Cantabria) el verano de 1940 y tras su ingreso en filas, el Teniente Coronel Soriano dedicó su vida al Servicio a España. Su dilatada vida militar ha estado marcada de forma muy especial por su paso por Las Fuerzas Regulares, en las que estuvo destinado en los empleos de Teniente, en el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas “Melilla” nº 2, durante algo más de 3 años, regresando años más tarde al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas “Alhucemas” nº 5, en los empleos de Capitán y Comandante, durante otros 5 años.

Han sido muchos años de desvelo por su Patria, a la que ha consagrado su vida, junto a su orgullosa familia, desde el seno de las Fuerzas Armadas o desde la administración local, en diversos puestos relacionados con la seguridad ciudadana.

En el momento de su fallecimiento, el Teniente Coronel Soriano era socio destacado de la Hermandad de Veteranos de los Grupos Regulares de Melilla, con la que, habitualmente, acudía a los actos militares que celebra el Grupo de “Regulares de Melilla” nº 52. La última vez que la “Familia Regular” tuvo el honor de contar con su presencia fue el pasado 27 de octubre, día que se celebró en la Base “Alfonso XIII” el tradicional “Viernes Regular”. Nuestro compañero ya tiene reservado un lugar destacado entre los Soldados de España que dan significado a las palabras del relator de nuestros actos de homenaje a los caídos, cuando recita:

Por la Patria morir fue su destino;
querer a España su pasión eterna:
servir en los ejércitos, su vocación y sino.

No quisieron servir a otra bandera,
no quisieron andar otro camino,
no supieron vivir de otra manera.

Nos deja un gran Soldado de España, tras una enorme trayectoria vital y profesional que no ha pasado desapercibida para todos los que hemos tenido el privilegio de servir a su lado, en filas, o de conocerle en su vida particular.

Descanse en Paz.

Los componentes de la Comandancia General de Melilla y muy especialmente, los que formamos o hemos formado en las filas de Regulares, rogamos una oración por su alma, que ya está disfrutando del descanso eterno, junto a muchos de sus compañeros en compañía del Señor y enviamos, desde estas líneas, un afectuoso abrazo fraternal a sus familiares.

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