Director: Raúl Arévalo. Intérpretes: Antonio de la Torre, Luis Callejo, Ruth Díaz
Tarde para la ira comienza con el atraco a una joyería. La policía solamente consigue apresar el ladrón que conducía el vehículo preparado para la huida. Han pasado ocho años. Jose (Antonio de la Torre) juega al mus con otros tres hombres en un bar-cafetería de un barrio de Madrid. Uno de ellos es el propietario del local. Jose es ce carácter callado y taciturno, bastante reservado. Aunque cuentan con él como uno más de la familia, no se integra en el grupo. Lleva mucho tiempo cuidando a su padre enfermo en un hospital. Solamente parece interesado por Ana (Ruth Diaz), hermana del propietario del bar.
Ana acude regularmente a la cárcel para visitar a Curro (Luis Callejo), el único detenido del asalto a la joyería, en el que murió una persona. La pareja tiene un hijo. Poco antes de que Curro salga de la cárcel, Jose consigue una cita con Ana. De carácter completamente opuesto a Curro, Ana no tiene ninguna duda para acceder a que Jose la lleve, con su hijo, a la finca que el primero tiene en un pueblo de Segovia. Se ve impulsada a ello por la brutalidad con que la trata Curro cuando sale de la cárcel.
A partir de ahí, Jose va a cambiar por completo los planes que Curro se había hecho de emprender una nueva vida. No puede imaginarse hasta que punto se va a ver obligado a enfrentarse a fantasmas del pasado. Curro se ve obligado a acompañar a Jose en un extraño viaje de tres días; una ruta de violencia y venganza que les obligará a convivir, a jugar una partida en constante confrontación, que les hará entenderse inevitablemente.
Raúl Arévalo nació en Móstoles (Madrid) en noviembre de 1979. Estudió Arte Dramático en la escuela de Cristina Rota. Comenzó su carrera como actor en la serie de televisión "Compañeros", temporadas 2001 y 2002, cuando todavía no había terminado sus estudios de interpretación.
En 2003 rueda su primera película a las órdenes de Joaquín Oristrell, "Los abajo firmantes", junto a Javier Cámara, Fernando Guillén, María Botto y Juan Diego Botto, entre otros. En 2004, "Cosas que hacen que la vida valga la pena", de Manuel Gómez Pereira, con Ana Belén, José Sacristán, Rosario Pardo y Carmen Balagué. Entre 2003 y 2005, Arévalo hizo personajes en episodios de varias series de éxito como "Hospital Central", "Cuéntame cómo pasó", "Aída" o "Motivos personales". Posteriormente, le hemos visto en las series de televisión "La embajada", "El tiempo entre costuras" o "Con el culo al aire".
En 2006, tiene su primer trabajo destacado, y de los más importantes que ha interpretado hasta la fecha, en "AzulOscuroCasiNegro", primera película dirigida por Daniel Sánchez Arévalo, teniendo por compañeros de reparto a Quim Gutiérrez, Marta Etura y Antonio de la Torre, entre otros. Su trabajo en esta producción le valió el Premio de la Unión de Actores al Mejor Actor Revelación. Ese mismo año participa en "El Camino De Los Ingleses", segundo largometraje dirigido por Antonio Banderas; "¿Por qué se frotan las patitas?", de Álvaro Begines, con Lola Herrera, Carlos Álvarez-Novoa y Antonio Dechent. También volvió a trabajar con Daniel Sánchez Arévalo en el corto "Traumalogía". En 2007, "Siete Mesas De Billar Francés", de Gracia Querejeta, protagonizada por Maribel Verdú, Blanca Portillo, Ramón Barea y Amparo Baró, por la que fue candidato al Goya como Mejor Actor de Reparto, y "Tocar el cielo" dirigida por Marcos Carnevale, junto a Chete Lera y Verónica Echegui.
2008, "8 citas", dirigida por Peris Romano y Rodrigo Sorogoyen, con Fernando Tejero, José Luis García Pérez, Adriana Ozores y Belén Rueda; "Los girasoles ciegos", de José Luis Cuerda, junto a Javier Cámara y Maribel Verdú, siendo nominado al Goya como Mejor Actor Principal. También participó en "Guerrilla", de Steven Soderbergh y "El patio de mi cárcel", de Belén Macías. Por su trabajo en "Gordos" (2009), de Daniel Sánchez Arévalo, fue premiado con el Goya al Mejor Actor de Reparto y por "Primos" (2011), del mismo director, consiguió otra candidatura al Goya.
Otros títulos de su filmografía son: 2010, "Balada Triste De Trompeta", de Álex de la Iglesia, "También La Lluvia", de Icíar Bollaín. 2012, "Promoción Fantasma", de Javier Ruiz Caldera, y "Predeterminados", de Jordi Arencon. 2013, "Los amantes pasajeros", de Pedro Almodóvar, y "La gran familia española", de Daniel Sánchez Arévalo. 2014, "Murieron por encima de sus posibilidades", de Isaki Lacuesta; "La vida inesperada", de Jorge Torregrossa; "La isla mínima", de Alberto Rodrífuez, y "El club de los incomprendidos", de Carlos Sedes.
2015, "Las ovejas no pierden el tren", de Álvaro Fernández Armero. 2016, "Cien años de perdón", de Daniel Calparsoro, con José Coronado, Luis Tosar y Patricia Vico. En teatro, Arévalo ha trabajado en "Falstaff" y "Urtain" bajo la dirección de Andrés Lima y en "Beaumarchais" dirigida por José María Flotats.
Tarde para la ira es su debut como director de cine. También ha escrito el guión junto con David Pulido. A pesar de haber enfocado su carrera profesional hacia la actuación, el sueño de Raél Arévalo, según confiesa él mismo desde niño, ha sido dirigir películas, siendo su trabajo como actor un aprendizaje hacia ese fin.
Dada la dureza de la historia, Arévalo confiesa: "Uno de los retos era retratar todo con el máximo realismo posible. Contar mi punto de vista sobre la violencia: una violencia seca, cruda, áspera, como en la vida misma. Y hacerlo a través de un argumento y una estructura llenos de intriga, que combine esta búsqueda de realismo y credibilidad con la espectacularidad y el ritmo propios de una cinta de género, que enganche al espectador en cada momento".
Y añade: "Mi deseo, el deseo de todos aquellos que se han embarcado en este proyecto, es el de construir la mejor película posible. Ha sido un gran trabajo en equipo en el que cada departamento ha puesto todo lo necesario y más para transmitir en cada plano, en cada detalle, la vida y la frescura que la película necesitaba, siempre a favor de la historia. Nunca estaré suficientemente agradecido a mi equipo por su entrega y cariño, y a mi productora, Beatriz Bodegas, que ha sido fundamental para que este proyecto salga adelante, apoyándome, acompañándome y asesorándome en cada una de las decisiones. Creo que el cine debe tener identidad y por ello decidí situar la historia en ambientes absolutamente familiares para mí, en los que me he criado y he respirado desde pequeño: barrios de periferia, pueblos de Castilla, bares de serrín en el suelo en los que se juega al mus, hostales de carretera… Localizaciones muy reconocibles, con una estética, unos colores, y unas atmósferas que apoyan con fuerza la historia y los personajes. Una historia muy nuestra, con códigos muy nuestros. Porque creo que hay que hablar de lo que sabemos, de lo que nos toca, ir a lo más profundo de nuestras raíces, para contar una historia que al final, si habla de seres humanos, es universal".
Para concluir: "Tarde para la ira es un thriller-dramático que nace de las tripas. El odio, el rencor, la rabia, la ira enquistada son temas que siempre me han removido e interesado". Poco más queda por añadir, excepto la calidad del producto conseguido, que considero un trabajo excelente en todos los aspectos. La violencia queda patente en la secuencia inicial (aunque parezca mentira, dado lo manido del género, bastante original visualmente). De ahí, pasamos al planteamiento de la historia, pausado, para llegar al nudo de violencia, con intriga suficiente, que nos lleva al desenlace, un tanto abierto.
El protagonista es Jose, magistralmente encarnado por Antonio de la Torre. Se puede decir que el personaje es bipolar, contagiando al espectador esta característica. La empatía que provoca al principio, se vuelve, inevitablemente, rechazo cuando nos muestra hasta donde está dispuesto a llegar para cumplir su venganza.
