Según se entiende el concepto de desarrollo económico en SODEMEL, éste no es posible sin unas adecuadas condiciones de seguridad, y poco importa si dichas condiciones de seguridad son objetivas o subjetivas. En Melilla, pese a que los datos no acompañan a las sensaciones, no se puede negar que existe una latente percepción de inseguridad ciudadana que se traduce, irremediablemente, en un perjuicio tanto para los melillenses como para los actores económicos que dependen de que la ciudad tenga vida. Desde la sociedad presidida por Enrique Bohórquez se considera que la Administración debería tomar medidas para atajar esta percepción subjetiva de inseguridad, y entre las 23 propuestas de su plan estratégico incluye la instalación de una red de cámaras de vigilancia que no sólo mejorarían las condiciones objetivas de seguridad, sino que también tendrían un efecto positivo sobre las comentadas sensaciones.
Para SODEMEL, la sociedad presidida por Enrique Bohórquez, una de las prioridades para promover el desarrollo económico de la ciudad es mejorar no sólo las condiciones de seguridad -que no son malas- sino la percepción social de dicha seguridad.
Entre las quejas más frecuentes de la población local, solemos encontrar la palabra “inseguridad”; a pesar de que los datos oficiales -facilitados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y por la Administración de Justicia- ofrecidos por la Consejería de Seguridad Ciudadana no indican que Melilla sea una ciudad especialmente insegura, lo cierto es que la percepción social no va en la misma línea de los datos. La presencia de un considerable número de MENAS en las calles o la falta de patrullas policiales o los problemas de iluminación viaria pueden estar detrás de esta sensación, una percepción que debe combatirse desde la Administración como si de una realidad se tratase, puesto que no hay desarrollo económico sin seguridad, independientemente de que dicha seguridad sea real o percibida. La presencia de patrullas a pie, de uniforme, la creación de patrullas ciclistas (que podría ir de la mano de la archicomentada peatonalización de algunas áreas) o la instalación de cámaras podrían ser algunas de las medidas a considerar por el ejecutivo a fin de revertir la comentada inseguridad ciudadana percibida por los melillenses.
Instalación de una red de cámaras
De entre las 23 propuestas de SODEMEL, existe una dedicada al aumento de las condiciones de seguridad interna en Melilla. Dicha propuesta es la instalación de una red de cámaras a lo largo y ancho de la ciudad, destinadas al control del tráfico y la vigilancia, a fin de, en primera instancia, disuadir a los potenciales delincuentes y, además, permitir a las autoridades resolver sus casos con mayor rapidez y eficacia. Más allá de la utilidad de dicha red de cámaras, el impacto psicológico de esta medida en la población sería significativo, mejorando la percepción de seguridad.
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