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Sobre el acta de la junta de arbitrios de 16.03.1880

A mí siempre me han atraido los nombres de las calles de las ciudades donde he residido y prestado mis servicios postales; tanto por mi oficio de Cartero Urbano, como el de aficionado a la Historia; y si son las de Melilla, aún más. Hace unos días, buceando en las Actas de la Junta de Arbitrios, me encuentro que en la del 16.03.1880 dice lo siguiente: “En Melilla siendo las doce de la mañana del día diez y seis de marzo de mil ochocientos ochenta, previa convocatoria oficial, se reunieron en la Casa del Excmo. Sr. Brigadier Gobernador Militar y Civil de esta Plaza, D. Manuel Macias y Casado, los señores que componen la Junta Municipal de esta Plaza, y que al margen se expresan, con asistencia también de los vecinos y comerciantes D. José Gómez, propietario, D. Ginés Galán y D. Serapio Pérez, y hecho saber por S. E. el objeto de la reunión, que era para tratar del ensanche de población, necesidad urgentísima para el fomento del comercio y vida de la localidad, ensanche que ha de hacerse con arreglo a el proyecto de defensas aprobado por R.O. de 25.01.1868, e incumbencia del municipio que le dá la Ley para determinar el ancho y nombre de las calles y precio de solares, el Sr. Comandante de Ingenieros de la Plaza, D. Domingo de ¿Lorano? (ilegible) presentó los planos y en su apoyo adujo razones que la Junta considera muy fundadas, y atendibles, por lo cual se determinan por unanimidad lo siguiente: 1º Siendo ocho las calles que se proyectan y cinco los caminos de Ronda, que se pusiese a la calle principal el nombre de nuestro Augusto Soberano D. Alfonso XII. A la 2ª, o central, Duque de Medina Sidonia, como recuerdo a quien primeramente implantó la Bandera de España en estas rocas (sic). Al 3º, la Reyna, a la 4ª Cisneros, a la 5ª Santiago, a la 6ª Granada, a la 7ª Tetuán, y a la 8ª Macías. A los Caminos de Ronda: Reyes Católicos, Castillejos, Navas de Tolosa, Juan de Austria y Wad Ras, cuyos nombres fueron estampados en el plano, que seguidamente los solares se calificaran de 1ª, 2ª y 3ª clave, y aceptando la Junta también tal calificación, se fijase el precio como tipo en venta los de la 1ª en 1 peseta con veinte céntimos el metro cuadrado, los de 2ª, 1 peseta, los de 3ª en 75 céntimos de ella. 3º. Que el ancho de las calles fuera el que determinara la Ley, consistente en 10,26 metros. 4º. S. E. dispuso entender la presente que firma con los concurrentes y conmigo el Secretario, de que certifico”.

Y yo, cual mosca cojonera, o mangangá, pregunto a quién corresponda: ¿Qué motivo hubo para que colocasen a Napoleón en la Falda de Camellos, como el pertinaz mantenimiento de su nombre en esa calle, y los absurdos: “Espalda al Viento” y “Subida al Viento”; como si el viento tuviera espalda y se pudiera subir al mismo, a coscoletas; porque eso es lo que el responsable de su colocación y el que lo mantiene, nos da a entender, tratándonos de imbéciles. Hace tiempo ya sugería yo que el de D. Manuel Romerales Quintero, fusilado por los “golpistas-salvapatrias”, en 1936, cuando era Comandante General de Melilla, ya que solo tiene el humilde nicho nº 29 de la 3ª fila, de la Galería del Carmen, en La Purísima, debiera poseer una calle principal; como el ignorado D. Julio Moreno Rodríguez, Músico Militar, que enseñó ese bello arte a varias generaciones de niños melillenses en las décadas 40, 50 y principios de los 60. También, y por qué no, en el interior del Cementerio, una plaquita donde se lea: “Avenida (o Plazoleta) de los Caballeros Laureados”; lo digo porque ya que estoy dando tanto coñazo para que La Purísima sea denominada: “Cementerio Nacional de Héroes”, pues quedaría cojonudo, y así alguien que representa a los melillenses se apuntaría un tantito, en este caso patriótico. Y para los que lo ignoran, les informo que ese Camposanto es el único en España donde descansan más laureados que en ningún otro cementerio. Así que, señores políticos: investiguen, indaguen, y pregunten por doquier, y verán que estoy en lo cierto. Y también, muy importante, ¡ojo!: deben advertir a los operarios que vayan a dedicarse en escribir los nombres en esos preciosos y modernos letreros, que antes de poner una letra, una tilde, comillas o un paréntesis, si dudan, por favor, que pregunten al responsable cultural, y si éste es de ojaneta (que no sabe), que se informe de los estudiosos, que en Melilla se cuentan con los dedos de las manos y creo que sobran dedos; no vaya a ser que pase con lo de “Villamil”, que es “Villaamil”, o “Alfonso”, cuando es “Alonso”. Bueno, pues haber si toman nota, porque casi todos los que nos visitan saben algo de Historia, y resulta un poco chungaleta ver esos fallos tan garrafales, en nuestras calles.
¡Eá!, queden con Dios.

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