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Sánchez: un peligro de muerte para Melilla

Carta del Editor

MH, 16/7/2025

Enrique Bohórquez López-Dóriga

Algunas veces nos encontramos con noticias difíciles de creer e imposibles de aceptar. Por ejemplo, la que recogimos en nuestro periódico del lunes: “Marruecos cierra las aduanas de Ceuta y Melilla por la postura del PP respecto al Sahara y exige a Feijóo que apoye el plan de Rabat para la excolonia española”.

Lo que ha hecho Pedro Sánchez con la excolonia española del Sáhara -entregársela a Marruecos, sin contrapartida alguna, sin la aprobación del Congreso, ni la del Senado español- es una canallada y una vergüenza para España y su historia. Ni siquiera el hecho de que tan vergonzosa rendición se hubiera producido para eliminar la presión del reino de Marruecos sobre Melilla y Ceuta, habría justificado la canallada sanchista.

Cada vez hay más melillenses y ceutíes que quisieran que nuestras fronteras con Marruecos se cierren a cal y canto

Pero es que, para mayor vergüenza, como podemos constatar un día tras otro melillenses y ceutíes, la presión marroquí sobre Melilla y Ceuta no solo no ha desaparecido, sino que ha aumentado y sigue aumentando (excepto, y lo escribo con toda ironía, que nuestra delegada del Gobierno sanchista, la sin par y risueña Sabrina Moh, nos diga que las fronteras cerradas, están abiertas y que es nuestra ceguera ultraderechista la que -como le ocurrió al gran Don Quijote con los molinos- no nos permite ver lo abiertas que están nuestras fronteras y el caudaloso flujo de mercancías que pasa de aquí para allá y viceversa).

Pedro Sánchez se rindió a Marruecos por algo de Sánchez que el Gobierno marroquí conoce y los españoles desconocemos, todavía. De Feijóo no creo que el poderoso servicio de inteligencia marroquí tenga algo tan fuerte y tan sucio como para “convercerle” de que no moleste con lo del Sahara y de que acepte que, si no se rinde, Melilla y Ceuta sufrirán el aumento de la presión y de la asfixia económica.

Ante este estado de cosas, por lo que leo, oigo y me dicen, cada vez hay más melillenses y ceutíes que quisieran que nuestras fronteras con Marruecos se cierren a cal y canto, en los dos sentidos, para personas y para mercancías. Los melillenses de origen español ya no pueden recibir más agravios del gobierno marroquí. Los melillenses españoles de origen marroquí, o rifeño, que tienen familia en Nador y alrededores, sí sufrirán incomodidades de comunicación notables, pero que se podrían resolver volando de Nador a Málaga y viceversa, por ejemplo.

La rendición constante de nuestro vergonzante Gobierno sanchista es una amenaza, aún mayor que la del Gobierno marroquí, a nuestro futuro como españoles

Lo peor que nos puede pasar a melillenses y ceutíes todos, es que las dos ciudades pasen a ser marroquíes, de manera inmediata, o poco a poco. Influyendo en las elecciones locales de mayo de 2027, por ejemplo. Utilizando la religión como arma política, por citar otro ejemplo. Y lo que está pasando es que el Gobierno marroquí -no el pueblo marroquí- está creando un estado de opinión en Ceuta y Melilla más propenso a rendirse ante el reino marroquí que a plantar cara a sus presiones.

Dije y escribí hace cuarenta años, tras la fundación del MELILLA HOY, que los melillenses de origen marroquí serían los mayores defensores de la españolidad de Melilla. Hoy sigo pensando lo mismo, pero la rendición constante de nuestro vergonzante Gobierno sanchista es una amenaza, aún mayor que la del Gobierno marroquí, a nuestro futuro como españoles, occidentales, ricos, democráticos (en comparación clamorosa con nuestro vecino territorial).

La penúltima canallada de Sánchez ha sido la cesión de la Hacienda al independentismo catalán. “El revolucionario afortunado es un hombre de Estado, el que no alcanza el éxito, un criminal”, escribió Erich Fromm en “El miedo a la Libertad”. Sánchez no es un revolucionario, sino un político despreciable, un criminal político que está matando a España… Melilla incluida, por supuesto.

El progreso de la democracia consiste en acrecentar la libertad, iniciativa y espontaneidad del individuo en la actividad fundamental de la existencia humana: su trabajo, escribió Fromm en el libro antes citado. Con Sanchez, un autócrata, la democracia no existe, la libertad aún menos, las iniciativas están perseguidas y castigadas, el trabajo libre es impensable, la mentira es la verdad, la catástrofe es inevitable. Esperemos que esta pesadilla sanchista dure poco, pero no va a ser fácil, nunca lo es, terminar con los tiranos que manejan, sin escrúpulos, sin moral alguna, los ingentes recursos públicos.

Un profundo suspiro de alivio de los melillenses estallará cuando desaparezca el peligro de muerte para nuestra ciudad que significa la estancia de un Sánchez rendido a Marruecos en el poder español

Sánchez dice que va a aguantar en la presidencia del gobierno español hasta las elecciones de 2027. Entre lo que dice y lo que hace no hay parecido alguno en el caso de Pedro Sánchez. Es posible que ese, permanecer en la presidencia hasta las elecciones de 2027, sea el primer objetivo que se ha propuesto Sánchez, pero ningún dictador encuentra una fecha adecuada para el final de su dictadura.

Yo creo que, dado que estamos en la Unión Europea, será la catástrofe económica -a la que está condenada España si sigue Sánchez en su puesto y con sus rendiciones nacionales e internacionales- la que terminará con su vida política, con la ayuda de “Europa”, que no podrá, ni querrá, seguir aportando millones de euros para mantener el desastre sanchista. Y un profundo suspiro de alivio de los melillenses estallará cuando desaparezca el peligro de muerte para nuestra ciudad que significa la estancia de un Sánchez rendido a Marruecos en el poder español.